El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, aseguró hoy que el trasvase del Ebro, planteado para transferir recursos hídricos a las regiones con más escasez de agua, “es indiscutible desde el punto de vista técnico”.
El consejero lamentó que esta solución “fuera liquidada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero por criterios meramente políticos que además van en contra del reparto equitativo y justo del agua que marca la Constitución y del bien común, que es resolver el déficit de las cuencas del Levante español”.
Antonio Cerdá insistió en que “la cantidad de recursos desaprovechados del Ebro es de tal magnitud que su ocultación es imposible”, pues, recordó, “el agua que este río vertió al mar en 2007 asciende a más de 7.000 hectómetros cúbicos, y esto en un año con aportaciones reducidas por la sequía”. “Frente a este dato, añadió, el Plan Hidrológico Nacional incluía transferencias de sólo 1.050 hectómetros cúbicos para abastecer a Cataluña, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Almería”.
A juicio del titular de la Consejería de Agricultura y Agua, “el trasvase del Ebro es una solución incuestionable, por mucho que haya quien se obceque en tratar de negar la evidencia”. Para Antonio Cerdá, esta infraestructura hídrica representa “una opción eficaz, viable económica y medioambientalmente que debe estar presente en toda planificación hidrológica. El Gobierno murciano nunca va a renunciar a este trasvase, al igual que no permitirá que se cuestione el Tajo-Segura, para garantizar el mantenimiento de miles de familias que dependen de la actividad agrícola en la Región de Murcia”.
El consejero recordó que el trasvase del Ebro era una solución ya aprobada, incluida en el Plan Hidrológico Nacional, y de la que se habían iniciado las obras, pero que fue derogado por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero como consecuencia de negociaciones políticas y en contra del interés de todos los españoles.
Antonio Cerdá hizo hincapié en la necesidad de que el Gobierno central “retome las riendas en materia hídrica, para llevar este recurso desde donde sobra hasta donde falta, respetando siempre las necesidades de la cuenca de origen, pues hay agua de sobra para abastecer a todo el levante español”.
Para el consejero, resulta “incomprensible que dentro de un mismo país haya ríos con estos excedentes mientras a unos cientos de kilómetros de distancia padecemos una grave escasez”. “Es un torrente de riqueza que no puede ser desaprovechado en tiempos de crisis económica”, concluyó.