El Partido Socialista celebra, renueva y ratifica su compromiso con la Constitución coincidiendo con la celebración de su 30 aniversario. El secretario de Libertades Públicas del PSRM-PSOE, Joaquín López, indicó que “la Carta Magna de 1978, representa la fase más brillante y el período más democrático y satisfactorio de nuestra historia. Treinta años de Constitución son treinta años de normalidad democrática y de estabilidad política”, declaró.
López señaló que en el trigésimo aniversario de la Constitución es preciso “reafirmar nuestro compromiso con una Constitución que sitúa a la economía como una actividad dirigida al servicio del interés general, que no debe disociarse de la dignidad humana, la libertad, la solidaridad, la cohesión, la política social y la protección del medio ambiente”.
La Constitución española –prosiguió- “es un marco idóneo para el desarrollo de una economía más eficiente y estable, abierta al resto del mundo, que ha favorecido la modernización y el crecimiento sin precedentes de nuestro país, hasta situarnos en el octavo puesto de la economía mundial”.
La Constitución española es, asimismo, una auténtica Constitución de derechos. La cuarta parte de su articulado se ocupa del reconocimiento de los derechos fundamentales, de las libertades públicas, de los derechos sociales, de la acción del Estado, de la proclamación de los principios rectores de la política social y económica y de un sistema exhaustivo de protección y garantía.
“La economía debe ser entendida como un instrumento transformador de la sociedad y, por eso, los mandatos de nuestra Constitución formulan valores de solidaridad e igualdad material entre los ciudadanos”. El propio Artículo 40 encomienda a los poderes públicos la función de promover las condiciones favorables para el progreso social y económico, la redistribución de la renta y la búsqueda del pleno empleo.
Para Joaquín López “en los tiempos que corren, con más razón, es preciso poner en valor el avanzado modelo constitucional español con el reconocimiento de derechos fundamentales y de sus garantías, no solo de índole individual, sino también de derechos económicos y sociales que preservan el interés colectivo obligando a los poderes públicos a actuar en la economía y en los mercados”.
En la Constitución de 1978 hubo un pacto en torno a un modelo económico-social “claramente incompatible con el paradigma económico de neoliberalismo actual; basado en la absoluta desregulación, el culto a la avaricia y a la especulación, y en la disminución o eliminación de lo público. Por eso es preciso reafirmar ahora más que nunca nuestro modelo constitucional”.
La Constitución española es una Constitución moderna. Inspira, comparte y acoge los mismos valores y principios que el Tratado de Lisboa y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, jurídicamente vinculantes.
En suma, concluyó nuestra Constitución encarna los valores e instrumentos para dar solución a los problemas de nuestro tiempo. “Hoy más que nunca nuestro compromiso prioritario como socialistas es la lucha contra el paro con la Constitución como bandera”.