El diputado regional socialista Jesús López opinó que en estos Presupuestos “de la política de Desarrollo sostenible no se conserva ni el nombre”. López analizó que la anterior Consejería de Desarrollo sostenible “se quedó muy corta en cuanto a ejecución. Y es tal el viraje experimentado tras la última crisis de gobierno, que desaparece cualquier atisbo o intención de establecer unas bases mínimas en materia de medioambiente”.
El parlamentario socialista agregó que las teóricas competencias de medioambiente las asume Agricultura y Agua, manteniendo dos direcciones generales con diferente denominación del periodo anterior y con menor presupuesto.
Dirección General del Patrimonio Natural y la Diversidad
En concreto, la Dirección general de Medio Natural pasa a llamarse Dirección General del Patrimonio Natural y la Diversidad. Esta ha pasado de 44.618.000 euros a 38.825.000 euros, con los mismos programas de gasto.
La antigua Dirección General de Calidad Ambiental pasa a incorporarse a Planificación, Evaluación y Control ambiental. Disminuye su presupuesto que pasa de 19.566.000 euros a 18.562.000 euros. Como novedad presenta un programa más, -el 442- para el fomento del medioambiente y cambio climático, procedente de la extinta Dirección General de Energías Limpias y Cambio Climático.
Jesús López reprochó que la anterior Consejería mostró “escasa capacidad de llevar a cabo proyectos de envergadura, aunque tuviesen reflejo presupuestario. Lo peor es que ahora hay una renuncia expresa a los mismos”. Así, proyectos como la creación de la Ciudad del Medioambiente, el Centro de Recursos Filogenéticos, cuyo proyecto fue contratado el pasado mes de agosto o el Programa de Conservación y Gestión de los espacios naturales, sencillamente, desaparecen del Presupuesto.
Asimismo “en estado de latencia quedan otras iniciativas que el anterior consejero defendió con cierta vehemencia, tales como las agendas 21 Locales, que reducen su presupuesto a la tercera parte”.
“Muerte natural”
Lo cierto es, que “fuese más o menos propagandística, la política de medioambiente del Gobierno regional ha experimentado una muerte natural. Aunque no por ello dejan de existir importantes necesidades, a las que en muchos casos estamos obligados por normativa europea”.
En este sentido, se refirió a la redacción de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, a la aprobación de los Planes de gestión de los LICS, a la Estrategia regional para la Biodiversidad, Estrategia regional para el Cambio Climático y al Plan Estratégico de Residuos, que está en fase de borrador. Por último mostró su desconfianza de que se vayan a tramitar leyes como la ley de Calidad Ambiental o la Ley Regional de Medioambiente.