Murcia, 10 nov (EFE).- La dirección general de Tráfico doblará del 12 al 25 de noviembre el número de controles con cinco coches camuflados para multar a quienes hablen por teléfono móvil cuando estén conduciendo, sobre todo en áreas metropolitanas, cercanías de polígonos industriales y carreteras secundarias de la Región.

En rueda de prensa, el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, y el jefe provincial de Tráfico, Francisco Jiménez, informaron de que serán 20.000 los controles, frente a los 13.000 de la campaña de 2007, y de que en lo que va de año se ha reducido en más de un 35 por ciento el número de heridos en accidentes de circulación causados por distracción del conductor.

En un porcentaje similar, exactamente de un tercio, al igual que venía ocurriendo al final del primer semestre del año, se ha reducido el número de muertos en accidente de tráfico registrado en las carreteras de la región de Murcia en los diez primeros meses del año, pues ha pasado de 102 a 68, es decir, 34 fallecidos menos que entre enero y octubre de 2007.

También un tercio se ha reducido en lo que va de año el número de heridos en accidentes de circulación, que pasó de 1.146 a 762, 348 menos que en los diez primeros meses de 2007.

En cambio, con nueve, se mantiene inalterable el número de peatones fallecidos hasta el momento con respecto a los atropellados de enero a octubre de 2007.

Respecto a la campaña contra el uso del móvil, Jiménez indicó que hablar por teléfono mientras se conduce se ha convertido en la tercera causa del mayor número de accidentes, por delante del exceso de alcohol en sangre y sólo por detrás del de velocidad y de no llevar puesto el cinturón de seguridad, por este orden.

Según estudios citados por González Tovar, quien habla un minuto y medio por teléfono mientras conduce, incluso con el sistema de manos libres, deja de percibir un 40 por ciento de las señales, reduce la velocidad media un 12 por ciento y ve acelerado bruscamente su ritmo cardíaco, lo que retarda el plazo de reacción.

El delegado recordó que la sanción por hablar por el móvil si se conduce es de pérdida de tres puntos del carné, su suspensión por al menos un mes y una multa de entre 91 y 300 euros, que suele ser finalmente de 200.

Si en 2004 se pusieron 1.824 multas por este motivo, en 2007 fueron 3.034, casi un 40 por ciento más, pero en la campaña contra el uso del móvil desarrollada el año pasado fue multado sólo uno de cada diez conductores controlados.

González Tovar instó a quienes llaman por teléfono a alguien a sabiendas de que éste está en carretera a no hacerlo, y, por otro lado, recordó que fumar mientras se conduce multiplica por 1,5 el riesgo de sufrir un accidente. EFE