Málaga, 18 oct (EFE).- El biólogo e integrante de la Academia de Ciencia Ernesto Fernández ha explicado que, "lo mejor" para erradicar el escarabajo rojo "picudo", que ataca a las palmeras, es llevar a cabo un tratamiento preventivo que mate al insecto antes de asentarse en el cogollo del árbol.
Fernández, uno de los biólogos que elaboró el informe que el Ayuntamiento de Málaga estudió para el proyecto de rehabilitación del Parque de la ciudad, ha señalado a Efe que la situación actual es "preocupante", por lo que lo más adecuado es tratar "uno a uno" los ejemplares infectados.
En este sentido, ha señalado que, además de atender a las dos palmeras que por ahora se conocen como dañadas en ese recinto botánico, lo que habría que hacer es dar un tratamiento a todas las canarias (Phoenix canariensi) y datileras (Phoenix dactylifera), "que son las que normalmente ataca este espécimen".
Ernesto Fernández ha precisado a Efe que el Parque de Málaga cuenta con más de 2.000 árboles, de los que un millar son palmeras, "por lo que las administraciones deberían de ponerse de acuerdo para resolver este asunto cuanto antes", ha puntualizado.
"La zona cuenta con otros tipos de palmeras, como la 'guachintonia' (Washingtonia robusta) o el palmito (Chamearops humilis), que parece que son resistentes", ha destacado el biólogo, quien ha explicado que el escarabajo rojo "picudo" normalmente ataca a las canarias.
La hembra del Rhynchophorus cerrugineus, o escarabajo rojo, pone los huevos en el cogollo de las palmeras que es "el corazón del árbol", y en el momento en que nacen las larvas, éstas se alimentan del ejemplar, "por lo que acaban por matarlo".
"Al hacerse adultos, buscan a hembras para reproducirse, y éstas repiten el proceso", ha añadido Fernández, que ha manifestado que lo "idóneo" sería encontrar un método para matar al macho, lo que impediría que éste se reproduzca.
El biólogo ha informado de que la vida del escarabajo rojo "picudo" ronda los tres meses, por lo que en un año, pueden nacer hasta cuatro generaciones, lo que es "alarmante para nuestras palmeras". EFE
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