La Consejería de Agricultura y Agua estableció, a través de una Resolución, medidas obligatorias para el control de la polilla del tomate (Tuta absoluta) y pidió al sector productor su colaboración para el adecuado cumplimiento de dichas normas.
El director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, se reunió recientemente con representantes de las organizaciones profesionales y sindicatos agrarios Fecoam, Fecamur y Proexport para informarles de la situación actual de dicha plaga en las distintas zonas productoras de tomate de la Región.
Según el responsable autonómico, la plaga de la polilla del tomate “se encuentra controlada en la mayoría de las explotaciones”, gracias a las medidas de cerramiento y a las técnicas de control biológico (sueltas de Nesidiocoris) y biotecnológico (captura masiva mediante la instalación de trampas de agua) propiciadas por la Consejería.
No obstante, añadió García Lidón, “se ha detectado la presencia en campo de alguna parcela aislada con elevadas poblaciones de esta plaga que, al quedar abandonadas al finalizar el ciclo de cultivo, constituyen focos que pueden afectar a las plantaciones vecinas”.
Medidas de control
Por tal motivo, la Consejería ha establecido una serie de medidas de obligado cumplimiento para mantener el adecuado estado fitosanitario de las plantaciones.
García Lidón apuntó que, si se detectan elevadas poblaciones de este microlepidóptero “deberán realizarse dos aplicaciones fitosanitarias contra larvas y adultos, con una frecuencia de 8 a 14 días”. Dichos tratamientos, explicó, “estarán dirigidos no sólo a las plantas, sino también a la estructura y suelo del invernadero, antes de proceder al arranque de la plantación”.
Asimismo destacó que los barbechos y zonas no cultivadas “deberán mantenerse en todo momento limpios de restos de plantaciones de tomate o de otras solanáceas y malas hierbas que puedan ser huéspedes de esta plaga”.
El responsable autonómico concluyó que estas medidas “correrán a cargo de los propietarios de las plantaciones”, y que, en caso de no realizarse debidamente, “serán ejecutadas de forma subsidiaria por la Administración regional”.
García Lidón solicitó a los asistentes a la citada reunión su colaboración para trasladar esta información a los productores de tomate y ofreció el asesoramiento de los técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal para realizar cuantas acciones informativas se estimen convenientes.