La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), culminó un proyecto europeo del programa SUDOE, denominado ‘Precirieg’, para el perfeccionamiento de los métodos de riego en los cultivos de regadío, basado en la combinación de imágenes de satélite de alta resolución y la toma de datos en campo. Los resultados obtenidos contribuirán de manera notable a la gestión de la sequía, ya que revelan cómo afecta la escasez de agua al grado de estrés de los cítricos a nivel comarcal.
Los procesos generados por las sequías afectan de manera considerable a la agricultura. Según el director del IMIDA, Adrián Martínez, “la infradotación hídrica es un factor limitante de la producción”. Por tal motivo, el IMIDA llevó a cabo en una parcela experimental de 2 hectáreas de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena ubicada en el término municipal de Torre Pacheco, un ensayo en árboles de 7 años de edad de la variedad de limonero ‘Verna’, con el objetivo de estudiar los efectos de la escasez de agua. El cultivo de cítricos en Murcia es, apunta Martínez, “uno de los más importantes de España”, ya que, añade, “representa una de las primeras partidas de ingresos en el capítulo general de las exportaciones nacionales”.
El desarrollo del trabajo se centró en la correlación entre las variables físicas obtenidas en campo y una imagen con información del infrarrojo cercano de 35 cm de resolución, tomada por un avión. A este respecto, el responsable autonómico destacó la evolución de los sistemas de detección terrestre gracias a la aparición de nuevos sensores con mayores y mejores prestaciones, lo cual, señaló, “ha ayudado a mejorar los estudios sobre coberturas de la superficie de la tierra”.
En el ámbito de la agricultura, añadió , “estas herramientas han contribuido al avance de la agricultura de precisión, mejorando los aspectos agronómicos, reduciendo los impactos ambientales vinculados a la actividad agrícola y optimizando los costes de producción”.
Metodología utilizada
En el ensayo realizado en la citada parcela experimental, se establecieron dos tratamientos de riego diferenciados, uno de los cuales consistió en suprimir el aporte de agua durante 50 días hasta que la planta alcanzó un nivel de estrés hídrico severo, tras lo cual se reanudó el riego con normalidad.
Según Manuel Erena, técnico del IMIDA y coordinador del citado proyecto de investigación, para el control del estado hídrico de la planta “se tomaron medidas del potencial hídrico del xilema y de los parámetros de intercambio gaseoso”. Para contrastar los valores obtenidos en las parcelas, “se tomó una imagen aérea con información del infrarrojo cercano, el mismo día de la toma de datos en campo”.
Los resultados obtenidos, concluye Erena, demuestran que, en todos los casos, “la incorporación de la banda del espectro infrarrojo cercano ayudó a explicar en gran parte la variabilidad de los parámetros indicadores del estado hídrico de la planta”.
Asimismo, apuntó Erena, el estrés hídrico aplicado a los árboles “puso de manifiesto una mayor sensibilidad en los niveles digitales del infrarrojo cercano, a la hora de detectar cambios en el estado hídrico de la planta”. Por lo que, concluyó, “la utilización conjunta de estos parámetros puede representar una herramienta rápida y útil en la programación del riego y nos ayudan a automatizar tareas para conocer el estado hídrico de otras parcelas”.