Madrid, 31 ago (EFE).- El préstamo es el régimen más frecuente de uso de libros de texto por los alumnos, aunque seis autonomías -Asturias, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Madrid y Murcia- han implantado ayudas directas a las familias para la compra, La Rioja ha optado por un modelo mixto y el País Vasco por el alquiler.
En general, los diferentes sistemas se aplican sólo a la educación obligatoria (Primaria y ESO), aunque no siempre en todos los cursos, y las ayudas directas para la adquisición en propiedad (con ingreso en cuenta o con bono-libro) pueden depender del nivel de ingresos familiares y cubrir sólo parte del coste total.
En cualquier caso, administraciones y particulares deberán renovar este curso al menos los manuales de tercero y cuarto de Primaria y primero y cuarto de ESO, ya que entran en vigor las nuevas enseñanzas de estos cursos derivadas de la Ley Orgánica de Educación (LOE), aprobada en 2006.
La validez de los libros en el mercado es de cuatro años, según la legislación vigente desde 1974.
Según cálculos de Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), los alumnos españoles no universitarios gastarán este curso académico una media de 111,21 euros en libros de texto, cuyo precio sube un 3,8 por ciento con respecto al año anterior.
Por niveles educativos, los manuales que más se encarecen son los de Primaria (seis cursos divididos en tres ciclos), con un incremento del 4,2 por ciento, seguidos por los de Infantil (4,1 por ciento), Secundaria Obligatoria (cuatro cursos distribuidos en dos ciclos), con un 3,3 por ciento, y otras Enseñanzas Medias, con un 3,2 por ciento.
El préstamo o reutilización de libros es el sistema que se aplica en la educación obligatoria de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra, y en toda la Primaria y primero y segundo curso de ESO de Canarias, según los datos de un estudio comparativo de ANELE.
En Extremadura, donde se ha constituido un "banco de libros", son beneficiaros del préstamo los alumnos de educación obligatoria que son hijos de familias numerosas, los que se encuentren en situación desfavorecida y estudiantes con discapacidad.
El préstamo comenzó a generalizarse también en Cataluña el curso 2007-2008.
Entre las comunidades con ayudas directas a las familias para la compra, Asturias, Cantabria y Castilla y León efectúan un ingreso en la cuenta bancaria que designen las familias.
En Asturias y Castilla y León, los beneficiarios son alumnos de los niveles obligatorios con renta familiar inferior a los 60.000 euros anuales, mientras que el informe de ANELE se limita a indicar que en Cantabria se aplica al primer ciclo de Primaria y de Secundaria.
El bono-libro (cheque por una cantidad que financian las CCAA y que las familias canjean en las librerías) se destina al primer y segundo ciclo de Primaria de la Comunidad Valenciana, y al primer ciclo de Primaria y primer curso de ESO de Murcia y Madrid.
En esta última comunidad, por ejemplo, se tienen en cuenta los ingresos, la condición de familia numerosa o si se es víctima del terrorismo, según fuentes de ANELE.
La Rioja ha implantado la ayuda directa sólo en el primer ciclo de Primaria y aplica el préstamo en el tercer ciclo de esta etapa y en toda la ESO, en tanto que el alquiler sólo se da en el primer ciclo de Primara del País Vasco.
La media de las ayudas directas en Primaria varía entre los 122 euros en la Comunidad Valenciana; 116 en Castilla y León; 103 en Madrid; 100 en Asturias, Cantabria y Murcia, y un máximo de 90 que concede La Rioja.
En ESO, son 150 euros en Castilla y León, Murcia y Cantabria; 130 en Asturias y 123 en Madrid.
Sobre el préstamo, ANELE opina en un comunicado que este sistema de "mal llamada gratuidad" está teniendo repercusiones muy negativas para la industria editorial, la comercialización y los indicadores culturales del país.
"La ayuda directa sería más justa desde el punto vista redistributivo, quien más necesite que se le dé más", ha declarado a Efe el presidente de los editores de libros de texto, José Tamayo. EFE
La mayoría de CCAA aplica el préstamo de libros y 6 conceden ayudas directas
Madrid, 31 ago (EFE).- El préstamo es el régimen más frecuente de uso de libros de texto por los alumnos, aunque seis autonomías -Asturias, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Madrid y Murcia- han implantado ayudas directas a las familias para la compra, La Rioja ha optado por un modelo mixto y el País Vasco por el alquiler.
En general, los diferentes sistemas se aplican sólo a la educación obligatoria (Primaria y ESO), aunque no siempre en todos los cursos, y las ayudas directas para la adquisición en propiedad (con ingreso en cuenta o con bono-libro) pueden depender del nivel de ingresos familiares y cubrir sólo parte del coste total.
En cualquier caso, administraciones y particulares deberán renovar este curso al menos los manuales de tercero y cuarto de Primaria y primero y cuarto de ESO, ya que entran en vigor las nuevas enseñanzas de estos cursos derivadas de la Ley Orgánica de Educación (LOE), aprobada en 2006.
La validez de los libros en el mercado es de cuatro años, según la legislación vigente desde 1974.
Según cálculos de Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), los alumnos españoles no universitarios gastarán este curso académico una media de 111,21 euros en libros de texto, cuyo precio sube un 3,8 por ciento con respecto al año anterior.
Por niveles educativos, los manuales que más se encarecen son los de Primaria (seis cursos divididos en tres ciclos), con un incremento del 4,2 por ciento, seguidos por los de Infantil (4,1 por ciento), Secundaria Obligatoria (cuatro cursos distribuidos en dos ciclos), con un 3,3 por ciento, y otras Enseñanzas Medias, con un 3,2 por ciento.
El préstamo o reutilización de libros es el sistema que se aplica en la educación obligatoria de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra, y en toda la Primaria y primero y segundo curso de ESO de Canarias, según los datos de un estudio comparativo de ANELE.
En Extremadura, donde se ha constituido un "banco de libros", son beneficiaros del préstamo los alumnos de educación obligatoria que son hijos de familias numerosas, los que se encuentren en situación desfavorecida y estudiantes con discapacidad.
El préstamo comenzó a generalizarse también en Cataluña el curso 2007-2008.
Entre las comunidades con ayudas directas a las familias para la compra, Asturias, Cantabria y Castilla y León efectúan un ingreso en la cuenta bancaria que designen las familias.
En Asturias y Castilla y León, los beneficiarios son alumnos de los niveles obligatorios con renta familiar inferior a los 60.000 euros anuales, mientras que el informe de ANELE se limita a indicar que en Cantabria se aplica al primer ciclo de Primaria y de Secundaria.
El bono-libro (cheque por una cantidad que financian las CCAA y que las familias canjean en las librerías) se destina al primer y segundo ciclo de Primaria de la Comunidad Valenciana, y al primer ciclo de Primaria y primer curso de ESO de Murcia y Madrid.
En esta última comunidad, por ejemplo, se tienen en cuenta los ingresos, la condición de familia numerosa o si se es víctima del terrorismo, según fuentes de ANELE.
La Rioja ha implantado la ayuda directa sólo en el primer ciclo de Primaria y aplica el préstamo en el tercer ciclo de esta etapa y en toda la ESO, en tanto que el alquiler sólo se da en el primer ciclo de Primara del País Vasco.
La media de las ayudas directas en Primaria varía entre los 122 euros en la Comunidad Valenciana; 116 en Castilla y León; 103 en Madrid; 100 en Asturias, Cantabria y Murcia, y un máximo de 90 que concede La Rioja.
En ESO, son 150 euros en Castilla y León, Murcia y Cantabria; 130 en Asturias y 123 en Madrid.
Sobre el préstamo, ANELE opina en un comunicado que este sistema de "mal llamada gratuidad" está teniendo repercusiones muy negativas para la industria editorial, la comercialización y los indicadores culturales del país.
"La ayuda directa sería más justa desde el punto vista redistributivo, quien más necesite que se le dé más", ha declarado a Efe el presidente de los editores de libros de texto, José Tamayo. EFE