Los corredores del conjunto Caisse d’Epargne aprovecharon el día de descanso para salir a entrenar aproximadamente dos horas.
Por la mañana, el equipo se puso a la disposición de la prensa española e internacional en su hotel de Chiusa di Pesio.
Alejandro Valverde se mostró satisfecho de su condición después de la primera etapa alpina: “Estoy confiado con vistas a las próximas etapas. He totalmente recuperado de la caída ocurrida en la quinta etapa, físicamente y anímicamente. He vuelto al lugar que me corresponde y espero poder realizar algo importante en una de las dos etapas siguientes. Subir en el podio en Paris, todavía es algo muy complicado pero tampoco imposible. Quedan dos etapas muy duras. De momento intentaré ir a buscar otra victoria de etapa, pero eso también será complicado porque seguro que no me dejarán coger una escapada. Sin Oscar a nuestro lado, lo vamos a tener mucho más difícil, pero podré contar con la presencia de David Arroyo para quedarse conmigo hasta la parte final de los puertos más duros.”
Jesús Hoyos, el médico del equipo, explicó que Oscar Pereiro, el cual sigue ingresado en el hospital de Cuneo, pasó una noche bastante tranquila, a pesar de dormir muy poco por los dolores que le provocaron las varias contusiones y heridas que padece aparte de la fractura del húmero. Por la tarde, después de conocer los resultados de las pruebas efectuadas por la mañana, se decidirá si y cuando Oscar, cuyo estado es estable, podrá ser trasladado a España para ser operado.
Por su parte, Eusebio Unzúe explicó que tenemos a un Tour aún súper abierto, con mucha igualdad entre los seis primeros de la general y que será probablemente la crono que decidirá el ganador.