Nantes (Francia), 7 jul (EFE).- La tercera etapa del Tour de Francia fue una fiesta para los franceses, con el triunfo de Samuel Dumoulin, del Cofidis, y el liderato de Romain Feillu, del Agritubel, en una jornada accidentada en la que el español Alejandro Valverde perdió el maillot amarillo.
Valverde cedió el jersey de líder un día antes de lo previsto, la víspera de la contrarreloj de Cholet que empezará a marcar diferencias. Mientras, Dumoulin, un pequeño corredor de 1,59 metros, firmó con victoria una escapada de cuatro ciclistas que abarcó los 208 kilómetros que unían Saint Malo y Nantes, un trayecto marcado por la lluvia y el viento que no terminó en esprint como se esperaba.
Una caída a 25 kilómetros de meta que le costó la retirada al español Angel "Litu" Gómez (Saunier), fracturó el pelotón y algunos favoritos quedaron cortados, como Riccardo Riccó y Denis Menchov, que llegaron a meta a 38 segundos de Valverde, que arribó con el resto de la alta jerarquía, a 2.03 del ganador. Un lance que puso dramatismo y emoción en los últimos instantes de una etapa de transición.
Mientras Menchov y Riccó trataban de enlazar con el grupo de Valverde y Evans, Dumoulin se apuntaba la victoria más importante desde su debut profesional en 2002, con un ataque muy lejano que le convirtió en el más veloz de los cuatro fugados.
El francés cruzó la línea con un tiempo de 5h.05:27, a una media de 40,857 kms/hora. Superó al estadounidense William Frischkorn (Garmin) y al francés Romain Feillu (Agritubel), que llegó con margen más que suficiente para arrebatar el maillot amarillo a Valverde. Cuarto cruzó el italiano Paolo Longo (Barloworld), a 14 segundos.
El grupo principal se presentó a 2.03 minutos con McEwen y Oscar Freire al mando. Entre ellos Valverde, Evans, Sastre, los hermanos Schleck, atentos en el momento del corte en el pelotón. Menchov, Riccó y Juan José Cobo cedieron 38 segundos que resultarán preciosos en su lucha particular con los candidatos al podio final.
El esfuerzo premió a Dumoulin con la etapa, y a Feillu, que no había soñado antes de la salida con ser el primer maillot amarillo francés desde 2006, cuando vistió esa prenda Cyril Dessel. Un joven de 24 que hasta abril no pudo entrenar por culpa de una enfermedad parasitaria. En su segundo año profesional, el ganador de la Vuelta a Gran Bretaña 2007, subió al podio en una nube de felicidad.
Desde la primera plaza, Feillu aventaja en 35 segundos a Paolo Longo y en 1.42 a Frischkorn, segundo y tercero respectivamente. Valverde ahora es cuarto a 1.45 del francés, pero sigue siendo el primero entre los favoritos. En el Tour de los grandes el murciano llega a la contrarreloj de Cholet con 1 segundo sobre Evans, 7 respecto a Sastre y Damiano Cunego, 39 sobre Juanjo Cobo y Riccó y 46 por delante de Menchov.
La historia de la etapa empezó a escribirse cuando la caravana del Tour apenas se había alejado de las preciosas fortalezas de Saint Malo. El estadounidense William Frischkorn (Garmin) se levantó con ganas de destacar y aceleró en cuanto el director de carrera bajó la bandera. De inmediato se le pegaron a rueda el italiano Paolo Longo Borghini (Barloworld) y los franceses Samuëel Dumoulin (Cofidis) y Romain Feillu (Ag2r), este último el mejor clasificado del desafiante proyecto de impedir el esprint masivo, a 18 segundos del líder.
Fueron los encargados de animar la tercera etapa más larga de la presente edición, en un esfuerzo compartido con un sueño común en busca de la gloria. Las diferencias fueron subiendo como la espuma, entre momentos de lluvia que inundaban las estrechas carreteras que abandonaban Bretaña, viento huracanado y de sol, en un verdadero baile meteorológico. En el kilómetro 54 el retraso del pelotón era de 13 minutos, con el Caisse D'Epargne de director de ritmo.
Mucha ventaja y pocas ganas por parte de los equipos de los esprinters y del Caisse D'Epargne por dejarse las fuerzas en la neutralización. Una manifestación ralentizó a los aventureros, pero sin consecuencias, pues a 20 kilómetros de Nantes y con 5 minutos de ventaja, el cambio de líder estaba cantado.
En ese mismo lugar se produjo la caída de "Litu" Gómez, que hubo de abandonar en el Tour de su debut. El pelotón se rompió en cuatro partes, con Menchov, Cobo y Riccó cortados. El resto de ilustres empezó a volar hasta meta, con el cuarteto lejos del peligro, por lo que pudo completar una escapada de principio a fin, sin fisuras y justo premio para la valentía y el desafío del guión marcado a priori. La víspera de la contrarreloj no fue ningún trámite.
La cuarta etapa representa la primera cita importante para los favoritos, ya que se medirán sus fuerzas en una contrarreloj de 29,5 kilómetros con salida y llegada en Cholet, un recorrido con muchos toboganes que no deben impedir un triunfo de un especialista.