Murcia, 11 jun (EFE).- Un convoy de 13 camiones que se dirigía de Murcia a Mercamadrid escoltado por tres coches y dos motos de la Guardia Civil se vio obligado a regresar cuando circulaba por Pozo Cañada (Albacete) tras sufrir la agresión de un piquete de unas 50 personas, algunas armadas con cuchillos, que amenazaron a los conductores.
Según relató a EFE uno de los miembros del convoy, el piquete llegó a zarandear a algunos de los agentes, a pinchar las ruedas de dos de los camiones y a causar desperfectos varios en otros.
La expedición transportaba cerca de 400 toneladas de tomates con la escolta que los acompañó hasta ese punto, pero tras los incidentes los responsables del convoy decidieron regresar a Murcia porque la Guardia Civil no garantizaba su seguridad.
"La Guardia Civil nos dijo -explicó- que no podía garantizar que no volviera a ocurrir una agresión similar. Decidimos volver al comprobar que las fuerzas de seguridad no tenían capacidad suficiente para desplegar un operativo con las mínimas garantías".
Este portavoz aclara que los camiones salieron hacia Madrid con la promesa de la Delegación del Gobierno en Murcia de que serían escoltados durante todo el trayecto de ida y vuelta a Mercamadrid.
Diez de los camiones son de la empresa Hortofrutícola Méndez, y los otros tres, de Agrícola Perichán, ambas con sede en Cañada Gallego, una pedanía de la localidad murciana de Mazarrón, de donde salieron sobre las 16 horas de hoy escoltados por tres vehículos de la Guardia Civil de Murcia, que fueron relevados por otros tantos en el límite con la provincia de Albacete, a los que se sumaron otros dos agentes en motocicleta, hasta que ocurrieron los incidentes.
La Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport), que fletaba los camiones que hoy se vieron obligados a regresar, tenía previsto enviar mañana otros 60 con el mismo destino, informan fuentes de esta organización, que esperarán acontecimientos antes de decidir.
Por su parte, el secretario de organización de Coag-Ir, Paco Gil, mostró su indignación con el Gobierno central y con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y dijo que los agricultores se encontraban en una "indefensión de gran calibre, de chiste".
Se preguntó qué está haciendo por ellos el Gobierno de Murcia y dónde se encuentra la gran flota de camiones frigoríficos cuyos responsables han firmado el acuerdo con el ministerio de Fomento.
"No podemos soportar tantas pérdidas, por lo que nos veremos obligados a pedir daños y perjuicios", concluyó. EFE