La Consejería de Agricultura y Agua investiga alternativas para mantener los limones mayor tiempo en el árbol y mecanizar la recolección de estos frutos destinados a la industria de transformación, con el fin de reducir los costes del cultivo. La búsqueda de estas alternativas se planteó ante la crisis del sector.
Según Adrián Martínez, director del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), los cítricos se sitúan entre los productos más emblemáticos de la Región, ya que “después de las hortalizas es el sector agrícola más importante por su significación socioeconómica”. En este sentido, resaltó su gran dinamismo pues “en las últimas décadas se ha avanzado mucho en material vegetal, así como en sus estructuras productivas, con el objetivo de aumentar la calidad y rentabilidad de las explotaciones”.
En la recolección del limonero Fino, el IMIDA busca mantener la calidad y la vida útil de los frutos en el árbol mediante la utilización de giberelinas en campo. Según Ignacio Porras, director de este proyecto de investigación, “en los frutos mantenidos en árbol y tratados con diversas dosis de giberelinas, recolectados a los 45 y 90 días después del tratamiento, no se observan incrementos en los niveles de polifenoles respecto a los observados en los correspondientes controles”.
Respecto a la recolección mecánica, Ignacio Porras señala que “el desprendimiento de los frutos de limón es difícil, ya que requieren una fuerza superior a 10 kilopondios, por lo que se han ensayado diversos fitoreguladores que propicien el desprendimiento”. En este sentido, apunta que “el uso de vibradores a partir del mes de febrero permite la recolección de más del 80 por ciento de los frutos pendientes en el árbol”, y añade que “la conservación en cámara de los frutos recolectados con vibrador es óptima, siempre que éstos no tengan lesiones provocadas por las espinas”.
25 años de investigación
El IMIDA viene realizando desde hace más de 25 años una selección en campo de clones de limonero, en busca de variedades con mejores características agronómicas, productivas y de calidad de fruto que las tradicionalmente cultivadas. Adrián Martínez señala que “todos los nuevos clones de posible interés son sometidos a estudios previos antes de ser saneados con técnicas in vitro. Posteriormente, estas variedades son plantadas en parcelas experimentales en La Alberca y Torre Pacheco para su estudio”.
Dentro de las variedades tipo Fino, según el responsable autonómico, “se pretenden obtener nuevos clones con un menor número de semillas y árboles sin espinas, así como buscar variedades de recolección tardía”. En cuanto a la variedad Verna, “el objetivo es incrementar la calidad de los frutos con nuevas selecciones que mejoren los clones existentes en el mercado”.
Actualmente, el ‘Fino 49’ es el que mayor difusión ha tenido por su gran productividad, excelente calidad de fruto y buena conservación, según Adrián Martínez. Entre las variedades Verna obtenidas, las que presentan mayor interés son ‘Verna 51’ y ‘Verna 62’, “que son más productivas y dan frutos de mejor calidad que los tradicionales de la huerta”, apostilla.
La tendencia actual de demanda del mercado es la de variedades sin semillas, lo que -según el director del IMIDA- implica problemas productivos, “ya que en las variedades sin semillas los frutos tienden a ser pequeños”.