El consejero de Cultura, Juventud y Deportes, Pedro Alberto Cruz, presentó esta mañana, junto al director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Miguel Noguera, y al artista Pedro Cano, la exposición ‘Identidad en tránsito’, que mostrará la última obra del pintor de Blanca del 24 de abril al 8 de junio en las Termas de Diocleciano de Roma; del 18 de junio al 30 de noviembre en la Sala de las Armas de Palacio Vecchio de Florencia; y del 30 de enero al 15 de marzo de 2009 en la Sala San Esteban de Murcia.
Conformada por veinte acuarelas, la exposición “es otro ejemplo de uno de los grandes logros de Pedro Cano como es aunar estética y ética” y en la que “una lectura superficial basta para satisfacer al espectador, aunque detrás haya algo más”, explicó Cruz. El titular de Cultura incidió además en el concepto de la identidad en tránsito, que da nombre a la muestra, mediante el que el artista “sube un peldaño más dentro del leit motiv de su obra, que es el viaje” ya que “la identidad en tránsito es una no identidad, una pérdida del rostro. Por eso los personajes están de espaldas y no les podemos ver las caras”. De esta forma, Cano trata el concepto del anonimato en las ciudades, “de los individuos sin rostro, como el del inmigrante que se desplaza a una ciudad desconocida”, ejemplificó Cruz.
De hecho, Pedro Cano explicó que la idea de la muestra arrancó de “una mañana de agosto del siglo XX, cuando un hecho insólito hasta entonces ocupaba las portadas de los medios de información europeos. Un enorme y destartalado barco repleto de centenares de ciudadanos albanos llega al puerto de Bari después de días arriesgando sus vidas en el Adriático”. El artista analiza las similitudes entre los pasajeros de aquel barco con la “muchedumbre” de las ciudades, “aquella gente que salía de las estaciones o se movían por las calles cargados de bultos, bicicletas, instrumentos musicales o a veces con la única carga de su soledad” y fue así como surgieron “las figuras que poco a poco fueron formando un ejército de hombres y mujeres sin identidad, todos vistos de espalda, pero que nos cuentan a través de sus cuerpos, de sus gestos, la experiencia de sus vidas”.
Así, el pintor blanqueño vuelve a su constante en su obra: “su enorme vocación social. Pedro Cano siempre está mirando la realidad”, concluyó Cruz.
Roma, Florencia y Murcia acogerán la última exposición de Pedro Cano
Fuente: carm