El consejero de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio, Benito Mercader, presentó esta mañana en Murcia un ambicioso plan para la recuperación de la nutria en la Región de Murcia y cuyo fin fundamental es que este mamífero carnívoro semiacuático deje de estar en peligro de extinción en la Región.
Mercader afirmó que “entre el amplio abanico de acciones que recoge el plan, se encuentra la cría en cautividad de ejemplares para su reintroducción en el medio natural. La experiencia en el desarrollo de iniciativas innovadoras en la conservación de especies amenazadas que está desarrollando la Fundación Terra Natura resulta clave para poder alcanzar el cumplimiento de los objetivos de conservación de la especie”.
El Plan de Recuperación de la Nutria en la Región contempla directrices y actuaciones generales de conservación del hábitat como son la reducción de la mortalidad directa, creación de zonas refugio, adecuación de infraestructuras y regulación de actividades en sus ecosistemas. Además, propone un programa de manejo de la especie, la divulgación y la coordinación institucional, así como un seguimiento del cumplimiento de todas las actuaciones.
La nutria paleártica (Lutra lutra) estuvo cerca de la extinción a mediados de la década de los ochenta tras sufrir un período de regresión. A partir de los noventa se detecta una recuperación paulatina de esta especie en la Región, que dura hasta la actualidad. Los trabajos de seguimiento biológico de la nutria se intensifican en esa década y continúan hasta la fecha, culminando en el Plan de Recuperación.
Atropellos, causa de mortalidad directa
En este sentido, Mercader destacó que “gracias a este importante esfuerzo de seguimiento de la Dirección General del Medio Natural, se han identificado una serie de factores de regresión sobre las poblaciones murcianas de la especie, que pueden resumirse en la fragmentación del hábitat disponible, un deficiente estado de conservación de alguno de sus territorios, ‘puntos negros’ de mortalidad directa y una elevada fluctuación del régimen hidráulico. Por ejemplo, mientras que en la década de los setenta la nutria era cazada por el valor de su piel, en la actualidad la principal causa de mortalidad directa son los atropellos, hasta el punto de que hemos detectado un ‘punto negro’ en la carretera del Azud de Ojós”.
Asimismo, los estudios demuestran que mientras en la década de los 60 y los 70, la población de nutria se distribuía por todo el Río Segura y sus afluentes (Alhárabe, Argos, Quípar, Mula y Luchena) a lo largo de 400 kilómetros, en el año 1989 estaba en un estado crítico, hallándose ejemplares solo en el río Segura desde El Cenajo a Almadenes (60 kilómetros).
El año pasado se comprobó que la especie se distribuía en 215 kilómetros del Río Segura, desde El Cenajo hasta Lorquí y en los afluentes Alhárabe, Argos y Quípar. Las poblaciones presentan bajas densidades, que no superan las dos nutrias por kilómetro de río en función de la disponibilidad de alimento. Los machos son territoriales y su área de campeo oscila entre los 20 y 40 kilómetros de río.
El Plan de Recuperación de la Nutria consta de tres fases. En la primera se priorizarán las actuaciones en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Vega Alta del Segura y Río Benamor; LIC Sierra de la Muela; y las áreas de protección de la fauna La Parra, El Menju, Azud de Ojós y Balneario de Archena. La siguiente fase se centra en el LIC Río Quípar; Río Argos y Río Segura, desde Almadenes a Archena. Por último, se establece una unidad de conservación en la tercera fase que incluye el Río Mula y el Río Segura, desde Archena hasta la Contraparada.
Desarrollo Sostenible pone en marcha un ambicioso programa para que la nutria deje de estar en peligro de extinción en la Región
Fuente: carm