Carmen Laforet publicó su primera novela titulada «Nada». Fue un éxito rotundo y ganó el Premio «Nadal» en 1944. Poco más hizo después abrumada por un éxito temprano que tal vez le hizo impedir desarrollar una obra más prolífica.
Un político es semejante a un escritor pero con la sutil diferencia que ya sabe de antemano que tiene fecha de caducidad. Los electores, en este caso lectores, entre otros factores son los que tendrán la capacidad de elegirlo cuando vayan a la librería de nuevo. Podrán cambiarse de autor o quedarse en casa viendo una telenovela.
Hay escritores que publican un libro anual, y los hay más inquietos que publicarán más, pero ambos siempre han de procurar estar en un nivel de calidad y exigencia para poder ser impresos y no ser simples folletines.
Un político, como un autor literario, tiene limitaciones de estilo y también capacidad de realización, es decir, todos no son iguales, ya que los hay que se encasillan y son incapaces de crear algo diferente : novelas históricas, dramáticas, humorísticas...
Un político tiene las limitaciones propias de su ideología y del programa electoral con el que se presentó, y que modelan lo que puede hacer y lo que no. Me explico: ideología y programa por los que fue elegido y por cuyas acciones ha de rendir cuentas.
Aparte de todo esto tendrá otras restricciones tan importantes o más como son las presupuestarias, normativas y legislativas, también si está en el Gobierno o en la oposición y con qué competencias dispone.
Lo que deben procurar tanto uno como otro es llegar al mayor número de electores, a ser transversal y que su obra sea leída y aceptada, evitar sectarismo y gobernar para la inmensa mayoría y sus intereses comunes.
Al lado de un escritor siempre hay un editor y del político siempre habrá un técnico : uno lo publica y el otro desarrolla las ideas y las pone en práctica..
El uno sin el otro no pueden hacer nada, ya que todo serían ideas huecas e inútiles, y deben ayudar y aconsejar, pero no poner límite a su capacidad «creativa» que como hemos dicho anteriormente tiene sus días contados : uno se irá y el otro se quedará.