¿Conocen ustedes a algún adolescente de hoy en día que tenga preocupaciones por su futuro? Actualmente, a las personas jóvenes no les interesa mucho ese tema, debido a que piensan que se lo van a dar todo hecho cuando realmente no es así.

Y una dificultad que tienen es la independencia a la hora de irse de casa y que no miran, o no miran lo suficiente hacia su futuro académico o laboral..

Pero, ¿creen que el futuro de los jóvenes afecta a toda la sociedad? La juventud tiene muchas oportunidades que no aprovecha.

Si se esforzaran, conseguirían sacar de su interior la creatividad, la originalidad y el trabajar la inteligencia.

Pero la pregunta es cómo y qué condiciones se le dan.

Los trabajos se están volviendo menos intensos y habrá mucha más tecnología que les ayudará en los proyectos, aunque no nos engañemos, habrá quien tenga que trabajar intensamente para que los demás vivan con más comodidades.

¡Imaginen! Los jóvenes se encuentran ante un sinfín de oportunidades, pero al ser jóvenes y no tener experiencia no saben qué les deparará el tiempo, y al no conocer las salidas que tienen los estudios no tienen idea de a qué dedicarse, y la razón es que no está asegurado que puedan emprender ese trabajo.

También es cierto que la educación no solo debería de estar encaminada al trabajo, ya que todo cambia muy rápidamente.

Al realizar pruebas como la selectividad sienten mucha presión (hace 35 años no se sentía esa presión y era mucho más complicada), ya que si no llegan a la nota de corte no pueden hacer lo que les gusta.

Además, otro aspecto negativo es lo difícil que lo tienen para emanciparse de sus hogares al ser complicado encontrar un lugar asequible para los salarios actuales.

Por todo ello, haciendo una reflexión, se llega a la conclusión de que el futuro que les espera está lleno de incógnitas y deben despejarlas para afrontarlas con criterio, y para ello deberían contar con el apoyo de profesores y padres, pero sólo esos jóvenes deben decidir el rumbo que van a tomar sus vidas : es su responsabilidad.

Y otro problema es que muchas veces la opinión de los jóvenes “cabales” no se tiene en cuenta, y deberían poder dedicarse a lo que les guste y no a lo que los padres quieran que les guste..

Los jóvenes responsables deben saber que ha llegado su momento, y tienen el derecho a decidir y a equivocarse, a crear su propio camino, ya que el futuro es suyo...

¡Siempre con cabeza y con responsabilidad!