Las medidas urgentes de intensificación de la competencia en los mercados de bienes y servicios de hace unos años, estableció unos nuevos horarios comerciales y más días de apertura en domingos y festivos.
Estos nuevos horarios pusieron y siguen poniendo en peligro la competitividad del mediano y pequeño comercio, cosa que supone un perjuicio para millones de trabajadores relacionados con el sector comercial.
Esta regulación de horarios comerciales es preocupante, ya que ello supone una pérdida considerable del comercio tradicional de nuestro país, un comercio que siempre se caracterizó por ser un modelo auténtico y próspero.
Por el contrario, el modelo comercial que favorece las grandes concentraciones comerciales en centros situados en las periferias arruina a muchos municipios de España.
Estos actuales horarios comerciales van contra la esencia del llamado municipalismo equilibrado.
El mercado socioeconómico, al igual que al comercio tradicional, hunde a la prensa local, esa prensa que siempre se ha preocupado por la información del pueblo.
Es urgente crear una red pública de seguridad para mantener a los medios de comunicación locales independientes, competitivos y profesionales.
El modelo de negocio dependiente de la publicidad que sostuvo históricamente a la prensa local y al comercio tradicional se ha ido derrumbando.
Se necesitan otras alternativas, y es necesario plantearse la gobernanza de una gestión de medios eficaz y eficiente, auditado por la población.
Este planteamiento requiere la promoción de un debate político que modifique un sentido común que hace que los ciudadanos, a pesar de reconocer en general que la democracia requiere de medios locales y de comercio tradicional, albergan una actitud negativa hacia las subvenciones gubernamentales.