Desde hace tiempo, de vez en cuando, existe una mesa vitrina o vitrina donde las bibliotecas ponen los libros que pueden de forma gratuita recoger los lectores.
Creo que entre todas las secciones y servicios que las bibliotecas actuales están haciendo, y, de todos los materiales que están conservando, pienso y opino, que esta es una de las más meritorias, libros que quizás las mismas bibliotecas descataloguen –concepto que no estoy de acuerdo, porque es el único lugar, que los autores esperan que sus obras se conserven para el futuro, y, quizás en el futuro tengan más aceptación-, o, libros que tenga doble ejemplar, función que me parece correcta, regalar o donar a los lectores que deseen una copia… O, también libros que se donan por particulares o empresas a las bibliotecas, y, una parte de ellos, los conservan y catalogan y otros, los ponen a disposición del público.
Pero este servicio o sección podría ampliarse con la siguiente sugerencia, que aquí lanzo a los oídos que les lleguen y que deseen oír y escuchar y pensar y reflexionar. Conozco y he conocido a autores y autoras, que hacen una edición de sus libros, de unos cientos de ejemplares, y, no los venden. Y, no les importaría que si un servicio como el anterior existiese en las bibliotecas, de vez en cuando, donarían uno o dos o tres ejemplares, para que otros lectores gratuitamente se los llevasen.
Creo que sería una forma o una manera, que libros, pueden ser discos u otros materiales, incluso dibujos, etc., que están en los depósitos de los mismos autores, pues los podrían llevar a esas cajas-regalo de libros y materiales similares, para que otras personas los recogiesen gratuitamente –quizás discos, plaquettes, dibujos en papel, libros, etc.-.
Creo y estimo que las bibliotecas no perderían nada, y, sería un atractivo más para el público en general. Cierto es que habría que disponer de algunas reglas, que cada lector/a solo pueda recoger o recibir un ente o libro o obra, al menos una cada varios días. Que las obras de ese modo, en vez de estar en los archivos de los autores o autoras, pues algunas de ellas, algunas copias podrían ser leídas y conservadas por otras personas. Y, otros fines y posibilidades…
Como todo lo que nace y surge de nuevo, aunque hemos indicado que esta función se realiza desde hace tiempos, de forma temporal. Y, esta realidad es más constante… Sería una variedad de esa que ha surgido que se van dejando libros-regalo por la ciudad, y, tengo entendido que existen algunas plataformas que expresan e indican que lugar.. Y, cualquier persona puede recoger un ejemplar y llevárselo a su casa. Y, otra persona, pues en otro lugar puede situar otro libro y que otra persona se lo lea… Creo que ampliar esta idea también a una mesa en una biblioteca, a la entrada por ejemplo o a la salida, que recoja todo este material de regalo, sería, una pequeña cosa, pero algo haría.
Todavía indican algunas estadísticas, que existen casas y familias que apenas disponen de libros, discos, DVD, etc., y, podría ser una manera, de intercambio cultural. Así, de ese modo, podría cumplirse un sueño que ninguna casa, ningún hogar, que al menos tenga un número de libros, y, que estos sean buenos, buenos en varios sentidos. Más ahora, de tanta traslación de personas por el globo ovoide de este planeta…
Alguien puede indicar que tendrían que tener una comprobación por parte de los equipos directivos de las bibliotecas, no vaya alguien a dejar en esos lugares, libros no convenientes, por alguna cuestión. Pues bien, pues tengan esa garantía. Pero las cosas fáciles es más fácil su funcionamiento, que un autor puede llevar tres o cuatro copias de alguno de sus libros, y, que la persona que quiera pueda coger y llevarse a su casa gratuitamente –o, que alguien que le sobren tres o diez libros de su casa y sus anaqueles-. Quizás, ya puestos la biblioteca ponga un sello, e indique digamos un lema, etc. Como todo puede reunir muchas posibilidades, concreciones, materializaciones a estudiar, desarrollar, comprobar, experimentar…
Bueno, hasta aquí llega mi labor como modesto articulista de opinión, podría indicar cifras, por ejemplo, en España existen 4.570 bibliotecas públicas, Cierto es que quizás, a las librerías particulares este sistema, quizás no les vendría bien. Pero de alguna forma o manera, es mejor que un libro se lea, porque ese lector, puede que el siguiente libro, lo pida en préstamo de la biblioteca, o, que vaya a una librería y lo adquiera y compre. En fin, puede ser un incentivo para este fin o esta finalidad…
Pero también, acordémonos de autores, dicen que existen a cientos y miles, que disponen en sus archivos de cien copias de sus libros, y, nadie se los compra, y… pues esta podría ser una medida armónica y moral y equitativa, para darse ese trasvase de documentos. Bueno, aquí dejo la bandera, para si, alguien quiere recogerla, perfeccionarla y ponerla en funcionamiento… Y, se vaya extendiendo este servicio por las bibliotecas públicas y privadas de nuestro terruño.