El último deseo y el corredor de la muerte

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El último deseo y el corredor de la muerte

Qué deseo o qué idea o qué percepción o qué idea tendré o tendrá usted en el último momento de existir en este mundo. No entremos si permanece el cerebro unos minutos después.

Se ha calculado los pensamientos o ideas que tenemos al día, pero no sé si se conoce, de cuántas de esas ideas son percepciones, recuerdos, conceptos-ideas, deseos-pasiones, etc. Dicen que este siglo será el del descubrimiento del cerebro, y, cuándo descubramos el cerebro se nos dará una enorme llave que abrirá, si no todas, muchas de las cerraduras del yo y de la mismidad y del ser más profundo –cierto es, que aquellos que piensan que tenemos alma-espíritu inmortal, ésta realidad de existir, no es material, es Otra Cosa, por lo tanto, siempre llevaremos con nosotros ese misterio-.

Desde el punto de vista moral no es malo que los hombres creen que tenemos alma-espíritu inmortal, porque creo que es el gozne y pilar y fundamento, en que nos basamos para creernos que el porquero de Agamenón es igual en dignidad profunda y esencialidad que Alejandro Magno.

El notable escritor y articulista Julio Llamazares nos relata en un artículo periodístico, titulado, precisamente El último deseo, publicado en El País, el día 14 de junio de 1990, nos cuenta y nos narra, el último deseo que había pedido un reo en Estados Unidos que en ese  mismo mes había sido ejecutado. Quizás, en otra ocasión, tocaremos el tema de la muerte legal y jurídica, la sentencia de muerte en tiempo de paz, porque los Estados en tiempo de guerra tienen otra legislación a este respecto –si no todos los Estados, casi todos, aplicando otro código jurídico especial-. ¿Pero qué recuerdos le vendrán al reo en esos días antes, esas horas antes, esos minutos antes, esos segundos antes de ser ejecutado...?

Siempre, hemos indicado mucho que el hombre-mujer es un misterio y un enigma. Tiene tantas variables dentro de sí mismo, dentro también de su cerebro. A veces, opino y pienso y creo y estimo, que el trabajo de ser humano es como hacer un enorme puzzle, encajar los cientos de piezas del que somos parte, y, darle un grado de armonía, además hacerlo al mismo tiempo con la realidad exterior… -y, la realidad exterior es enormemente compleja también: está la Naturaleza, está la Sociedad y los otros, están las teorías-conceptos-ideas de mil por mil temas, y, están las cuestiones metafísicas, es decir, la cuestión de Dios, de la inmortalidad, etc.-. Todo eso, lo tiene que hacer cada ser humano, tomar una decisión u otra. Con todo tiene que hacer una escultura de sí mismo, se llama personalidad...

Los sistemas ideológicos, entiendo ideología en sentido antiguo y original y etimológico. La ideología como sistemas de ideas, que suelen ser teóricas y prácticas, abarcan ambas realidades, y, por tanto, esos sistemas ideológicos son múltiples y varios, entre otros pueden ser y están dentro de ellos, los filosóficos, los religiosos-espirituales, y, desde luego los políticos y económicos, culturales, etc. Todas las combinaciones, porque siempre conceptos y variables de unos se combinan con otros…

En lo último que alguien desee, puede que intervenga también, todos esos sistemas ideológicos. Creo y estimo, que la vejez, no solo es ambigua o puede serlo, por las enfermedades y heridas y las limitaciones humanas, que lo son. Sino también, porque los seres humanos se ven obligados a recordar miles de aspectos de su vida, aunque no quieran –emerge el volcán de dentro-. Quizás, quizás los recuerdos no sean totalmente, verídicos, el tiempo ha ido añadiendo y quitando aspectos. Pero el hecho es que se recuerda… y se recuerdan. Pero evidentemente, no es y no será lo mismo, alguien que fallece, en la cama rodeado de sus familiares, que aquellas personas que lo hacen, en un campo de concentración, o aquellas en un accidente de tráfico, o aquellas que han sufrido su propio asesinato, o aquellas, que esperan en el famoso corredor de la muerte, que tantas películas se han fabricado, como es el caso que comentamos…

Muchos dicen, que en esencia todos los seres humanos somos iguales, otros dicen, que solo nos diferenciamos en accidentes. Pero la vida permite una enorme riqueza de posibilidades, ya lo hemos indicado, la Naturaleza es múltiple, la Sociedad en múltiples, las ideas-conceptos son múltiples, las concepciones metafísicas son múltiples, y, todo sujeto es y se inserta en esa multiplicidad de realidades, de sistemas-áreas-círculos-esferas…

Unos, piden el último deseo en los pasillos de la muerte, en el corredor de la muerte, una comida especial, otros la presencia de una persona, unos piden el perdón por lo que hayan hecho, otros y otras personas quién sabe lo que piden. Pero qué pensarán en el último momento, qué desearán en el último momento, y, que recordarán en el último momento –quizás, la caricia de su madre-. Y, sobretodo, porque estos modestos artículos que pongo mi firma, hablo de usted estimado lector, ¿se ha preguntado alguna vez, esperemos fallezca con dignidad y honestidad y en paz, qué pensamiento o idea o deseo tendrá en el último momento…, se lo ha preguntado alguna vez…?

Le daré una sugerencia, si no el último pensamiento o deseo, al menos el penúltimo o antepenúltimo, pida a Dios que le perdone por todo lo malo que haya hecho, y, que lo acoja en su eternidad… Recuérdelo, cuándo acontezca su tránsito o fallecimiento o muerte. Paz y bien.

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