Bulos y redes sociales

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Bulos y redes sociales

Queridos amigos, desde hace bastante tiempo, vengo observando con honda preocupación, los innumerables bulos que pululan por las redes.

Al principio solo me parecieron una mera anécdota, y creí que serían una moda pasajera que la sensatez de los destinatarios acabaría exterminando. Confieso que yo también caí en algunas de sus mentiras y acabé retituando algunos, pero con el tiempo, y las advertencias de algún amigo más precoz que yo, he podido ver cuán equivocado estaba, y como han ido in crescendo hasta intoxicarnos, al extremo de crear un enfrentamiento, inconcebible entre ciudadanos sensatos y honestos. (dedicado a mi amigo Aris).

Ha sido lo execrable de los bulos que se están produciendo con motivo de la desgracia de las inundaciones en Valencia y Albacete, lo que primero me ha llevado al cabreo y luego a la reflexión, y de ahí a escribir estas líneas.

Seguro que habrá profesionales de la sociología que lo harían (y lo habrán hecho) mucho mas acertadamente y mejor que yo, pero quiero haceros partícipes de algunas de mis conclusiones.

Ante todo, que me disculpen los honestos y bien intencionados usuarios y difusores a través de las redes, que publican páginas de extraordinario valor formativo, informativo, social, lúdico, etc., realizando una labor encomiable, utilizando esta poderosa herramienta.

Lo primero que concluyo es que se trata de un sistema tan perverso, que su éxito está basado en que cuanto mayor y escandaloso sea el disparate o la mentira, mas rentabilidad económica obtienen sus creadores. Así, que atraídos por la pasta, aparecen como setas, estos indeseables personajes, carentes de los más elementales principios. Veamos: El sistema está sustentado en los beneficios que reporta a los youtubers o influencer, en las visitas a sus páginas, a través de firmas comerciales que publicitan con sus link. Por lo que cuantos más retuits consigan, mayor caja hacen.

Somos sus propias víctimas quienes forjamos su triunfo.

Luego entran en juego los interesados (a veces al mismo tiempo creadores o inductores) en utilizar estos bulos en beneficio de sus intereses políticos, económicos, sociales, etc., interesados carentes de principios y escrúpulos, y sin el menor respeto por la ciudadanía a la que algunos de ellos dicen representar (léase politicuchos y personajillos con intereses ocultos, -e inconfesables a veces- al frente de asociaciones o colectivos) que se aplican en manipularnos, tratándonos como débiles mentales.

Duele reconocer, a tenor de sus provechosos resultados, que en general, como individuos somos manifiestamente mejorables.

Tampoco podemos descargar toda la responsabilidad sobre youtubers y adláteres, también nosotros, de forma no siempre inocente y conscientes de sus falsedades, retuiteamos para reforzar nuestra tendencia cuan "hooligan" descerebrados, mostrando un nulo respeto por la verdad, sin importarnos el daño a la democracia (en el caso de algunos sean demócratas).

Es más fácil ganar elecciones con el odio y la desinformación, que con la ilusión y la esperanza.

Todos oímos como, incluso gobiernos, fabrican y distribuyen basura, buscando sacar ventaja con los conflictos que alientan, al amparo de la impunidad que les otorga el anonimato, o a cara descubierta, protegidos por la carencia de una legislación que ponga coto a su inmunidad,.

Si esto es así, como probablemente bastantes coincidiremos. ¿por qué quienes podrían poner soluciones no hacen nada?.

Y esta es otra de mis conclusiones. Por qué han de hacer nada, si a los que pueden hacer algo por evitarlo les va bien así.

Una sociedad bien orientada e informada, tendría herramientas para realizar una crítica inteligente, que combatiría la manipulación de poderes nocivos y a representantes políticos y sociales mediocres, carentes de alternativa personal a su sillón, por lo que son capaces de cualquier tropelía, y a los que se les acabaría el chollo.

Si, se que los poderosos beneficiarios de este sistema de bulos y manipulación, cuentan con bien pagados expertos en manipulación de masas que podrían enfrentar a esta reflexión principios tan valiosos para la gente honesta, como vacios en sus mentes, como simple metralla sin valor para ellos, (LIBERTAD DE EXPRESIÓN, DERECHOS INDIVIDUALES, JUSTICIA SOCIAL, ETC.).

Contra todo esto urge tomar conciencia y actuar exigiendo leyes que impongan (tal vez a posteriori, por defender la libertad de opinión e información) sanciones que ataquen el combustible de estos desarmados, LA PASTA O RÉDITO POLÍTICO.

No pretendo precisar los criterios exactos que contengan las necesarias y urgentes leyes contra tan extremadamente peligrosa actividad, pero si considero que su objetivo fundamental debe ser que las consecuencias de su aplicación resulten altamente desincentivadoras económicamente, contra individuos y plataformas mediáticas tóxicas o permisivas.

Es destacable como pululan como pez en el agua las ideologías totalitarias, conscientes de que la democracia, les permite con estos métodos, lograr sus objetivos de publicidad, y les abre las puertas a la mentira y la manipulación, que les renta un extraordinario éxito en las urnas.

O despertamos pronto, o cuando lo hagamos el significado de aquellos sagrados principios en los que los demócratas creemos; libertad, democracia, justicia, ……, "la libertad es tomarse una cervecita en una terraza", estarán tan adulterados por los que impunemente los están manipulando, que nuestros hijos no entenderían nuestra historia de lucha por ellos; llegados aquí, habremos entrado en una oscura y larga noche para la humanidad.

Sugiero una recogida de firmas exigiendo un ley que nos ampare y que esté basada en de la persecución de los indeseables, en la promoción de profesionales del periodismo honestos, y de todas las disciplinas de la ciencia y la cultura.

Mientras tanto, seamos conscientes de las visibles y peligrosas consecuencias del uso perverso de las redes.

Pedro Ros Ros

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