Todo vale: Illa y Pedreño

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Todo vale: Illa y Pedreño

Estos días pasados, de vacaciones por la comarca catalana del Ripollés he tenido alguna que otra cháchara con personas del mundo de la política catalana los cuales me han abierto los ojos. No todo es lo que nos venden los medios de comunicación. El Sr. Illa, ahí donde le ven, como buen profesional ha invertido en sus tiempos mozos en formación de la buena en altas empresas de matiz cristiano de alto copete. Me alegra por él. En su discurso de investidura, mira por dónde, reivindicaba un "humanismo cristiano" que nada tiene que ver con sus compañeros de viaje. Aquí, ya se ve que es lo mismo 8 que 80 y todo vale para el fin que me he marcado. Los mundos de la igualdad, justicia social, la defensa de la dignidad de la persona, por lo visto, es lo mismo que hablar de Rosalía, Enrique Iglesias o Pablo Alborán.

Ante este brebaje ideologizado, como filosofo que es, suponemos que ha estudiado y leído a personas como Aristóteles, Maritain y tantos pensadores cristianos. Con el tiempo, ha optado por los susodichos Max Horkheimer, Adorno y Herbert Marcuse de la Escuela de Frankfurt y, por si le faltase poco, con Michel Foucault, filósofo, sociólogo y psicólogo francés con raíces profundas desde Kant. Claramente, el sr. Illa, ha deseado unir el buen vino con el vinagre y le ha salido una compota de muy señor mío. No hay nada más ajeno al humanismo cristiano que los nacionalismos y el progreso social sin la igualdad de oportunidades junto a una economía al servicio de las personas y no al de sus varones catalanas y nacionales.

El Sr. Pedreño, consejero de Salud de la Región de Murcia, daba ayer unas declaraciones desde el Hospital del Reina Sofia que a más de uno nos dejaba exhaustos sobre la vacunación y el usar preservativos para prevenir los contagios de la viruela del mono. Otro que tal canta. Este señor de Los Garres me consta que la formación cristiana que ha recibido en su domicilio, sus amigos y lugares de formación por donde ha pasado , estos temas de los que habla serían dignos de escuchar sabiendo sus pensamientos cristianos. Al fin y al cabo, unos y otros, populares y socialistas, andan alrededor del mismo puchero. Un puchero donde cada sorbete, da lo mismo, lleva "del todo vale". Ambos, Illa y Pedreño, nos suena que son libre pensadores que, aunque muy influidos por el humanismo cristiano, asumieron desde hace tiempo que no es posible imponer las creencias propias a los demás, pero también suponemos que, como personas, su ética y moralidad deberían tener más acierto que lo que andan propagando.

Cuando un grupo autodenominado "progresista" o "conservador" llega a ser mayoría, ya sea por elección o por maniobras, las personas empiezan a cambiar y también sus políticas. Los cambios nos los presentan como la indispensable renovación, una entrada de aire fresco en instituciones anquilosadas, nuevas caras para dar paso a nuevas ideas. Pero con el paso de los años y los humores cambiantes de la ciudadanía, la historia vuelve la espalda a uno u otro grupo político, en este caso PP y PSOE y, cerca de ellos, el mismo VOX. Si antes los relevos de personas eran prueba de dinamismo y apertura, los de ahora manifiestan una "caza de brujas".

Cuando las propuestas triunfaban democráticamente y ante todo por la valía, ética y moralidad de sus "máquinas", era que la razón les asistía. Ahora, donde todo anda nublado y el interior de los partidos putrefactos, es el rodillo avasallador el que funciona. Estamos ante una crisis del sistema, al igual que nuestra sociedad. Y es que cuando se trata de conservar el poder, tanto unos como otros, bailan lo que haga falta. Hoy por hoy, PSOE y PP son la misma plaga y el tercero, cercano a ellos: el arroz se les está quemando.

Me consta que están surgiendo desde la sociedad civil auténticos partidos desde la sensatez, transparencia y moralidad de cada uno de sus miembros. Están haciendo lo que pueden y más, pero aún es posible ver si son capaces de aguantar. En ello están.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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