Es de suma importancia que la policía local lleve esta herramienta en sus coches patrulla, ya que podrían salvar muchísimas vidas en casos de parada cardíaca.
La parada cardíaca es una emergencia médica que requiere de atención inmediata, cada minuto que pasa sin desfibrilar a la víctima, disminuyen sus posibilidades de supervivencia; no hay que obviar que los agentes de policía, en la mayoría de las ocasiones suelen ser los primeros en llegar a una emergencia, por lo que tener un desfibrilador a su disposición puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte de una persona.
Equipar los vehículos patrullas con desfibriladores no solo beneficiará a las personas que sufren una parada cardíaca, sino también a toda la comunidad contribuyendo a mejorar la salud pública en general. Está más que demostrado que la inversión en estos aparatos es rentable, ya que puede salvar vidas reduciendo los costes asociados a la atención médica de emergencia.
Más allá de la función primordial como herramienta médica, la presencia de estos desfibriladores en manos de los agentes implicaría un compromiso con la seguridad pública, ya que estos profesionales se encuentran en primera línea de respuesta ante las posibles emergencias médicas. La mera presencia de los mismos serviría como recordatorio constante de la importancia de la salud cardíaca y su prevención. Esto a su vez contribuiría a fortalecer esa confianza que actualmente es inexistente hacia estos agentes, creando una relación más positiva y colaborativa.
Se trataría de una toma de decisiones que demostraría compromiso real de los políticos con la salud pública, la seguridad ciudadana y el bienestar general de todos los ceutíes. Es un error que ciertos políticos cuestionen la efectividad de esta herramienta, argumentando que la ciudad es pequeña y que la mayoría de las paradas cardíacas ocurren en lugares públicos donde ya existen desfibriladores.
Es obvio que haya que priorizar los recursos, como la lucha contra el crimen dotándolo de un mayor presupuesto, pero no debemos olvidarnos que muchas partidas de dinero público están siendo despilfarradas para seguir manteniendo una red clientelar que no tiene fin, y que de ese dinero solo se aprovechan un grupo de privilegiados. La percepción de que la policía local de Ceuta esté preparada de forma inmediata y eficaz ante emergencias médicas generará mayor confianza y apoyo entre la ciudadanía, fortaleciendo la imagen de profesionalidad y modernidad de la propia institución, como una organización que se está adaptando a las necesidades y cambios que necesita una sociedad que demanda servicios de primera calidad. No hay que verlo como un gasto sino como una inversión.
La idea que se tendría que concebir por parte de los políticos es conseguir una policía cercana, basándose en la premisa de que la seguridad pública no solo trata de combatir a los delincuentes, sino también de construir relaciones de confianza y colaboración con la comunidad, desarrollando una interacción positiva y proactiva, donde los agentes deben buscar interactuar con los ciudadanos de manera positiva, no solo en situaciones de emergencia.
"La implementación de un modelo policial cercano y profesionalizado, requiere de un compromiso genuino por parte de la policía y de las autoridades locales".
José Antonio Carbonell Buzzian