Nota de prensa enviada por Juan Luis Cebrián Echarri sobre su relación con EL PAÍS, periódico del que fue fundador hace cuarenta y ocho años.
Prisa Media, propietaria de El País, difundió ayer un comunicado de su consejo de administración informando de mi destitución como presidente de Honor del diario por un supuesto “incumplimiento material” de mi contrato de colaboración.
La noticia la difundió Prisa profusamente a media tarde, minutos después de que el presidente de la empresa me anunciara el envío de un comunicado al respecto.
Le informé de que en ningún caso se había incumplido dicho acuerdo por mi parte, como podré demostrar ante los tribunales, pero no quería entablar discusión alguna al respecto hasta leer la comunicación oficial, que solo he recibido hoy viernes a la 1 de la tarde.
El Libro de Estilo de El País estableció ya en 1977 que en las informaciones sobre casos conflictivos “hay que escuchar o acudir a las dos partes en litigio”.
Recibí ayer mismo numerosas llamadas de diversos medios a los que informé que, sin conocer la comunicación oficial, me abstenía por el momento de opinar.
Ninguna llamada tuve de la redacción de El País, cuyo Estatuto establece que el diario se esfuerza por una información lo más completa posible “de manera que ayude al lector a entender la realidad y a formarse su propio criterio”.
Normas básicas en el ejercicio de la libertad de expresión tal y como la definió el primer presidente de nuestro periódico, José Ortega Spottorno: “estar dispuesto a comprender y escuchar al prójimo, aunque piense de otro modo, y a no admitir que el fin justifica los medios.” Respecto a mi presidencia de Honor, la dirección de la empresa conoce que me negué insistentemente a aceptarla en el momento de mi jubilación, convencido, como enseñara Calderón de la Barca, de que “el honor es patrimonio del alma”, no de ningún consejo de administración por mucha que sea la autoestima de sus miembros.
Si asentí finalmente, fue para no añadir tensiones morales a la ya muy conflictiva situación accionarial de la compañía.
Por lo demás, como quien decide el contenido del diario es el director responsable, enviaré este sábado a la directora de El País el artículo que debería publicar, según lo acordado, el próximo lunes, en demostración del servicio permanente a la libertad de expresión que siempre ha manifestado el periódico que fundé como director hace ya casi medio siglo.
Libertad de continuo amenazada por el poder político.
Juan Luis Cebrián