¿Pudor murciano?

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¿Pudor murciano?

El vivir en el mediterráneo nos hacer tener una identidad muy dispar al mundo del cantábrico o del atlántico. Horas de sol, temperaturas, modas y primas hermanas hacen que por estas tierras tengamos nuestras formas de actuar, pensar y relacionarnos con los demás. Sin embargo, miren por donde y, no son pocos, hombres, mujeres y hasta niños, sí niños, se quejan de que al igual que en otros menesteres, la pérdida de la intimidad para con nosotros la hemos desechado.

Por un lado, proliferan las grandes campañas de prevenciones en agresiones sexuales y violencia contra hombres y mujeres. El mundo de la moda se ha pasado veinte pueblos a la hora de invadir nuestras calles de auténticas fotografías incitantes. La anorexia, la bulimia y las depresiones son el fruto perfecto de lo que vendemos con el descaro al que nos tienen acostumbrados. El sentido de igualdad y el clima de permisividad sexual se han disparado llegando muchas veces hasta auténticas patologías. Si este radical funcionamiento le damos unos toques persuasivos, desde donde lo miren, tenemos el veneno asegurado para que el verano de 2023 sea de auténtico "telediario". La escuela, los IES ya tiraron la toalla hace ya tiempo y, las familias y sus desenfrenos sacan a sus jóvenes hijas a la calle como auténticos imanes para ver quiénes son los primeros en hacerse con tal fruta fresca. El pudor y la modestia han pasado a mejor vida y pobre de ti, pensando a contracorriente, si no te subes a este tren desenfrenado y sin rumbo.

Aunque la liberación sexual predique una conducta desinhibida, nos ha impuesto por sus narices un nuevo ritual en las relaciones a todo "quisque". Si no te enrollas y haces lo que pide tu cuerpo serrano eres un tipo o una tipa de otro berenjenal muy lejos de la realidad. Al final, son muchos los adolescentes cuya libertad plasmada en sus cabezas les deja en un auténtico solar, en la pura intemperie. Hoy no se oye hablar de pudor y modestia ya que no es ni políticamente correcto ni progresista, todo lo contrario: retrógrado, fascista, rancio y amante de la naftalina . Puede suceder que no exista temor o puritanismo en la actitud de las mujeres que no deseen descubrir su cuerpo a la vida de cualquiera, sólo de uno y en un tiempo determinado. Más aún, puede ocurrir que modestia signifique amor a uno/a mismo, autoestima de verdad. Lo que sí es verdad que las aguas de nuestros ríos deben volver a su cauce mental y culturalmente.

El pudor, tal cual, no es decencia, es una actitud que nace de dentro, un instinto femenino o masculino, según quién, de protección que las culturas de antes, de ahora y del mañana apoyan lo que significa: no soy objeto, valoro mi cuerpo, me quiero y deseo que me quieran al completo tal como soy y pienso. Quizás la simple constatación de tanto aburrimiento, inestabilidad emocional y patologías varias sirvan para poner en duda algunos dogmas simplistas actuales.

El verano dará mucho de sí en todo el mediterráneo y ahí está. En nuestras mismas casas, cuando salimos a la calle ¿salimos a estar con los demás o a vendernos y buscar algo más apetecible? Al final, antes o después, la vida pone a cada uno en su lugar. Podemos pasar un verano increíble o hacer del verano una auténtica verborrea plagada de sinsabores. La madre murciana sabe mucho de ello, mucho más de lo que nos podemos pensar. Sus hijos e hijas no son una moneda con la qué jugar. Desde estas breves líneas, a todas las madres, abuelas y madrinas, a todas ellas, a las que miran, miman y aconsejan con sabias palabras, a las que no se han subido al carro de las modas venenosas, a las que sus hijos les importan mucho, a todas ellas, mucho cuidado hoy y mañana pues esos grandes tesoros, sus hijos, no pueden caer en auténticos vertederos.

La modestia, el pudor y tantas otras siguen teniendo hoy la importancia que se merecen, auténtica vigencia. Feliz y sano verano.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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