Más de uno contábamos a menudo los días para poder votar y, de una vez por todas podernos quitar el armazón que llevamos a las espaldas y que tanto nos duele al andar, al sentir y, a la falta de ilusión. Estamos en el día previo y en conciencia, lo mismo unas breves ideas hasta nos pueden situar qué poder hacer el día de mañana domingo.
La campaña electoral de la que acabábamos anoche no sólo correspondía al mundo político, también a cada uno de nosotros. Ha llegado el momento, si les parece bien, de cumplir con nuestras buenas obligaciones y ser auténticos ciudadanos en libertad, de pensar en qué mundo deseamos vivir, qué modelo de sociedad ansiamos y, desde estos supuestos, cuál de todos ellos nos lleva a un verdadero bien común. Mañana domingo, antes de salir de casa, sin dejarnos llevar por emociones, con la razón por delante, hemos de ejercitar el derecho al voto con responsabilidad, aunque al votar no sea el partido político nuestro de toda la vida. El mundo ha cambiado y son muchos los partidos que están aguados desde sus inicios. Esto se ha desmadrado.
No podemos dejar llevarnos por temas que son bastantes secundarios y observar cómo marcha nuestra Región Murciana: qué falta y qué sobra. Hay partidos que la ideología lo es todo, mientras, otros renuncian a los principios éticos por un pragmatismo demasiado agudizado. Ustedes y yo, una sociedad que mira de espaldas a la realidad, cuando está sin rumbo, cuando se conculcan los derechos fundamentales de las personas, claramente no es humana y ha perdido el norte, aunque el norte ya hace tiempo que lo perdimos y es posible que se haya perdido.
Existen ciertas normas que nos configuran como verdaderos seres humanos, que dan sentido a nuestra vida y que velan por la dignidad de todos nosotros. El derecho a la vida, la salud, nuestra formación en los centros educativos, la economía y la coherencia de las personas que nos dirigen ya es tema suficiente para pensar. Temas tan dispares como la investigación, la tercera edad, nuestros acuíferos, la vivienda, la falta de arbolado, la importancia de las abejas hacia el mundo de árboles frutales, nuestras pedanías, el mundo rural y los miles de promesas que cada cuatro años nos venden y no cumplen, con ello, ya tenemos más que suficiente.
La libertad de opinión, de conciencia, de religión, etc es otro botón de muestra. Nadie debe ser obligado a actuar en contra de su conciencia y de sus principios. Nadie puede ser discriminado por su pensamiento político, por ser coherente con sus principios morales o religiosos, por desear transmitir unos valores a sus hijos y, nadie puede ser señalado por expresar respetuosamente sus opiniones. A ello le añadiría que el hombre, el padre de familia, ha caído en desuso y, por tanto, si les parece oportuno, la figura del padre y de la madre son fundamentales para una familia estable.
Vivir de limosnas, de subvenciones, de baratijas de mercadillo y discriminación, lo sentimos, eso ya debería haber pasado a la historia. Mañana domingo será el día que, con nuestro voto tendremos una ocasión de oro, de primera calidad, para demostrar qué es lo que deseamos y no dejarnos llevar por el partido al que siempre ha votado nuestra familia sino al que se ve que busca la verdad , una verdad que no está sujeta a poderes económicos sino una verdad que hará de nuestra región algo más dichosa mires por donde la mires. Todo lo que sea la búsqueda del bien común y la dignidad de cada uno de nosotros da la impresión que no vamos por mal camino.
Quizá sea importante no dejarnos llevar por lo que dicen los sucesivos estudios de encuestas y votar en libertad, aunque sea un partido minoritario pero que reluce como el sol.
MARIANO GALIÁN TUDELA
