Cuando hay algún problema de importancia, lo que no es justo es que los ciudadanos españoles, que pagan para tener una sanidad pública todos los años de su vida, tengan que abonar de su bolsillo a médicos especialistas de la sanidad privada. Y esto ocurre, porque los tiempos de espera son larguísimos, de más de medio año o de más de un año. No se puede poner en peligro la vida de los usuarios del sistema público de salud o que empeoren, porque en vez de atender a los pacientes en días, se atiende a las personas, en las consultas de los especialistas del sistema público de salud, transcurridos meses y meses, en la mayoría de las situaciones. El derecho a la vida y a una atención sanitaria rápida y de calidad es algo absolutamente necesario e imprescindible. La gente se juega su vida o lo que es lo mismo, su supervivencia.
El Gobierno central tiene que asumir sus responsabilidades y contratar decenas de miles de médicos especialistas, para que la asistencia sanitaria sea igual de rápida, que la que se ofrece en la sanidad privada. Es así de contundente. No es necesario argumentar mucho más sobre la cuestión. En muchas enfermedades, si se tarda en diagnosticarlas y tratarlas con todos los medios posibles, la esperanza de vida, puede disminuir de manera muy considerable. Y esto da la impresión de que no se tiene en cuenta, por parte del Gobierno central español. La financiación de la sanidad pública tiene que aumentar y ser más del doble de la que es. Hace falta redistribuir el gasto público anual, por parte del Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Esta es la asignatura pendiente del Presidente del Gobierno español.
Mucha gente no puede permitirse pagar a médicos y realizar pruebas en la sanidad privada, por causa de los retrasos y falta de médicos especialistas y medios tecnológicos del sistema sanitario público.
Una solución posible es que el Estado de mucho dinero a la sanidad privada para que atienda bien y rápidamente a todos los pacientes como se hace en otros países. Pero esto requiere cantidades ingentes de dinero. Sería más adecuado, en mi opinión, contratar a muchos más médicos especialistas y de atención primaria, además de comprar muchos más aparatos, por ejemplo, de tomografía axial computerizada o TAC, ya que son muy útiles en el campo de la medicina. En definitiva, la atención a los pacientes debe ser mucho más rápida y de más calidad. El tiempo en el campo médico es oro. Es evidente en el tratamiento y detección del cáncer y de otras muchas enfermedades. Es la realidad y lo que dice la ciencia.
Hacen falta también muchos más médicos de familia para que puedan atender presencialmente más tiempo a los que lo necesiten. Lo que no puede ser es que atiendan a 60 o 70 pacientes cada día. Para que esto no suceda es preciso que se contraten más médicos españoles y extranjeros y que se les pague bien y con un horario adecuado, al igual que se hace en países europeos como Reino Unido, Francia o Alemania, por ejemplo. Muchos médicos al acabar la carrera se marchan a otros países para poder vivir dignamente y no acabar en el paro. Es perfectamente entendible.
Los médicos españoles están muy bien considerados en Europa y en el resto del mundo, por su excelente preparación científica. La excesiva burocracia es otros de los lastres del sistema sanitario público español. La digitalización tiene que servir para agilizar los trámites, en todos los sentidos.
La Seguridad Social que se paga durante 30, 40 o 50 años debe ser suficiente para que no exista una perjudicial masificación en la atención a los pacientes. Y si no lo es, no es adecuado que los gobernantes no hagan nada al respecto. Habrá que subir los impuestos para financiar la sanidad o dedicar mucho más dinero del ya recaudado, para contratar más personal y más tecnología de vanguardia o puntera.
Es verdad que se ha producido un envejecimiento de la población española en los últimos decenios y es algo muy positivo, sin duda. Significa que vivimos de promedio más años y es lo deseable. Esto supone también que se debe cuidar a los mayores con más personal y medios.
Los errores médicos pueden aumentar con la masificación y es algo a evitar. Para lograrlo los médicos deben tener horarios más reducidos y tienen que poder descansar más y formarse continuamente, lo que requiere tiempo. De esta forma, se atendería mejor a los pacientes.