La muerte de Isabel II: el final de una historia de amor

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La muerte de Isabel II: el final de una historia de amor

Después de morir la longeva monarca británica, a Isabel II se le conoce como la jefa del Estado cuyo reinado ha sido el más largo de las monarquías europeas. Ni más ni menos que setenta años. También se le conoce como la primera reina cuya coronación fue televisada y la que mejor puesta en escena ha tenido, debido a la pomposidad y riqueza de sus apariciones en público.

La verdad es que para mí estas cosas carecen de importancia. No es mérito de nadie exponer sus riquezas cuando se tiene la oportunidad de nacer en ese tipo de cuna, de vivir muchos años o de que cuando sea la ceremonia de una coronación ya exista la televisión.

Ahora que la monarca Isabel II de Inglaterra ya es difunta, me gustaría reseñar lo que realmente significó para mí en unos momentos bastante trascendentales en la vida de cualquier país.

Isabel II asciende al trono de Inglaterra con tan solo veintisiete años de edad en 1952, bajo el azote de la guerra fría, y una terrible depresión de posguerra, donde si bien Gran Bretaña estuvo en el bloque ganador y fue la única nación democrática que se salvó del dominio de la Alemania nazi, quedó totalmente destruida tanto su infraestructura industrial como en la comercial, ya que lo uno conlleva lo otro. Así, se encontró con un pueblo sumido en una profunda depresión...Gran Bretaña había sido hasta entonces la primera potencia mundial y a principios de la Década de los 50 era simplemente un país prácticamente hundido, que tenía que hacer frente a inmediatas guerras de la independencia de su vasto imperio al igual que Francia. (Francia, gracias al armisticio con Hítler se vio menos afectada)

La Commonwealth británica se fundo en 1931 y significaba la unión de todos los países que conformaban el Imperio Británico bajo lazos coloniales. Sin embargo, y al contrario que el imperio francés, que fue expulsado de todas su antiguas colonias con fuertes guerras por la independencia, Isabel II transformó el imperio colonial del Reino Unido en otro comercial y cultural.

Gracias a su buen hacer diplomático, a sus decisiones e iniciativas; siempre tuvo gran fe en ellas, la independencia de los países anglófonos se hizo bajo un pacto comercial y cultural, no con guerras por la independencia, instaurándose en dichos países gobiernos democráticos y no dictaduras títeres de los países colonizadores que se comportaban con su pueblo con más despotismo aún que éstos. Por este motivo, el imperio cultural de la Commonwealth dio como fruto innumerables personalidades que adquirieron el Premio Nóbel.

La monarca visitó todos los países de un Imperio comercial y cultural que se extiende por los cinco continentes. Y fue un pilar básico para interceder políticamente en todas sus naciones, incluso en el propio Reino Unido, para que los partidos pudieran alcanzar gobiernos de coalición y no tener que repetir las elecciones, por miedo a que el voto no se adapte a las necesidades de partido, sino para que sean los partidos de la tendencia ideológica que sean, quienes se adapten a la voluntad de su pueblo. Gracias a ello, nunca se repitieron elecciones en ningún país de la commonwealth y a su potencial intercontinental cultural, el Ingles Británico llegóa a ser en la Década de los 90 la lengua internacional por excelencia, desbancando claramente al Francés y al Español.

Tras 450 años de enemistad con la iglesia católica, Isabel II, la autoridad espiritual de la iglesia anglicana, hace un tratado de amistad con el Vaticano en la que se capacita a los sacerdotes católicos para que oficien misa en el ritual anglicano y a los sacerdotes anglicanos para que hagan lo mismo en las misas católicas. Esto en lo que atañe a las relaciones con la iglesia católica, y en el seno de su iglesia, habilitó a la mujer para que fuera sacerdote y pudiera oficiar misas igual que los hombres.

Podría citar muchas cosas más, como el boicot que le declaró la commonwealth al régimen sudafricano cuando al separarse del Imperio impuso el Apartheid a los ciudadanos de raza negra, y las enconadas relaciones que sostuvo con Margaret Teacher cuando decidió seguir comerciando con el régimen de Rodesia. Solo reanudó las relaciones con la primera ministra cuando reconsideró su postura. Finalmente, el efecto dominó del Imperio Británico arrastró al resto del mundo en un boicot mundial, y este horrible sistema racista desapareció con la puesta en libertad y ascenso al poder de Nelson Mandela.

Isabel II conocedora de la difícil situación en el ámbito secesionista en algunos estados de su reino, ubicó sus residencias oficiales en el palacio de Buckingham, (Londres) en el Castillo de Windsor, (la que siempre consideró su casa), en el castillo de Edimburgo (Escocia) y en Country Down (Irlanda del Norte), convirtiéndose así tanto a nivel político como social en la gran unificadora de su país.

Tras la conversión de la Commonwealth a un imperio cultural y comercial, algunos países reconsideraron la postura de establecerse como repúblicas y sometieron a referéndum popular si querían a la monarca inglesa como representante suprema del Estado. El pueblo de quince naciones votó de motus propio que la reina Isabel II fuera la representante legal de sus naciones...por citar algunas, Australia, Nueza Zelanda y Canadá.

Para Elizabert, somos aquello que amamos, lo que amamos nos define como hombres y como naciones...A sus ojos, bastaba amar el Reino Unido para ser inglés.

Francisco E. Fernández.

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