Hace pocos días el gobierno anunció las nuevas medidas económicas para frenar el estado inflacionista en el que nos encontramos. Y yo personalmente creo que un estado económico para que cambie de dinámica y se adapte a las necesidades de la ciudadanía, debe de hacerse desde un corpus completo y equilibrado en todos los ámbitos y no reducirse a dos impuestos y cuatro cheques. Todavía no hemos aprendido que la economía es completamente liberal y que es precisamente el beneficio amplio y diverso de dicha productividad lo que ha de destinarse a los gastos del Estado. O sea, a las necesidades de la ciudadanía.
Ahora nos encontramos con un gobierno que compra gas licuado en cantidades astronómicas, compramos gas a Rusia antes de que llegue el cierre del grifo, a Nigeria, a Estados Unidos, y creo que a otros paises. Tenemos un almacenamiento de gas que ya casi excede de las posibilidades permitidas por la Unión Europea, pero nos da igual, seguimos comprando. Y todo ello porque disponemos de unas plantas regasificadoras en nuestro país que están muy por encima de las posibilidades del resto de naciones de la UE.
Las medidas económicas socialistas y podemitas son revender este gas licuado, que ya de por sí es más caro que el de gaseoducto, a las naciones de la UE, a un precio mucho más elevado del precio de su adquisición y refinado. Esto sin duda provocará que nuestros socios pongan el precio de la electricidad por las nubes y esa sea precisamente la excusa para poner los recibos de la luz en España a un nivel armonioso con el resto de Europa. Pagar un 60% más de luz y un 100% más por gasolina y gasóil, amén de mantener las bombonas de gas a casi 19 euros, lo que de llenar dos veces el depósito implicaría un gasto adicional al consumidor en el cómputo general energético de unos doscientos euros.
El impuesto a las energéticas y los beneficios caídos del cielo, no es más que el beneficio de reventa de nuestra energía fósil exportada, cobrada a nuestros socios...Este robo descarado a Europa en tiempos de crisis se mantiene elevando los precios de la luz a los usuarios españoles. Algo que les servirá como argumento frente a la UE para mantener dicho beneficio... Que quede calro que no hay impuestos, sino beneficios diferenciales.
Para ello, los empresarios tendrán que utilizar a los bancos en calidad de inversión en la distribución de la energía fuera de nuestra nación. Pues de los intereses que generen dichas inversiones, el Estado se las cobra...He aquí el impuesto a la banca: otro timo. Sin embargo, este bandolerismo creo que va a ser bastante más difícil de aplicar, porque son beneficios más complejos. Una vez que el consumidor carezca de unos doscientos euros para el consumo en la cesta de la compra, porque están destinados a comprar luz… Según el Gobierno actual, bajará la inflación, ya que los paisanos de a pie no podremos comprar tanto y la economía se congelará en el ámbito del consumo. Pero que conste que este gobierno va a mantener un 7% de inflación sostenible a costa del ciudadano. "Sánchezhood" ya no le robará a los ricos para dárselo a los pobres, sino que le robará a quien no es pobre, para darle dinero al muy pobre y éste a su vez pueda pagar el ritmo de latrocinio que el Gobierno precisa para hacer un estado millonario en un país de ciudadanos empobrecidos...No nos engañemos.
Si queremos energía barata, tendrá que ser energía nuclear, y como muestra un botón: El megawatio hora está a dia de hoy a casi 250 Euros, mientras que con nuclear e incluso trayendo el uranio de fuera estaría entre los 20 y 22 euros. La energía nuclear es diez veces más económica y mucho más limpia que la gasística.
Desde mi perspectiva, si queremos una banca que estandarice la economía, se hace un pacto con la entidad financiera y se regularizan lo tipos de interés para las necesidades básicas y empresariales y que ascienda libremente el interés en los caprichos, como viajes, segunda vivienda, etc, etc. La inflación bajaría aún más con unos bancos solventes y un consumo responsable y diversificado por parte de la ciudadanía.
Estimados lectores, la inflación y el consumo no tienen nada que ver. Eso es un cuento que nos está contando este gobierno para forrarse. La inflación es "el baremo existente entre la riqueza de un país y la cantidad de divisa que necesita y emite para funcionar". Lo que baja la inflación no es encarecer los precios para que consumamos poco y lo justo...Al contrario, abaratar los precios y generar un consumo diversificado y responsable. "Necesitar poco dinero para vivir bien". Y así, no necesitar emitir mucha divisa. Por lo cual y como es lógico, subir los salarios es contraproducente, lo que hace falta es repito, " vivir bien necesitando poco dinero"... Si seguimos encareciendo los productos sin subir nuestro producto interior bruto, o lo que es lo mismo, nuestra riqueza nacional, el Euro llegará a tener el valor de la peseta...Nos arruinamos.
Además, hacen falta unos precios con variables mínimas en lonja para partir de un precio de venta al consumo de alimentos decente, y evitar la especulación, sin cobrar un impuesto especial a los empresarios de los supermercados que son quienes generan riqueza bruta y dan trabajo...Esto es simplemente innecesario y contraproducente.
Desde mi perspectiva, el problema es que no se puede bajar el precio de los productos si especulamos y elevamos al infinito el precio de la energía...Entonces si estamos hablando de cosas imposibles...y remarco para que la idea quede clara: "La inflación se elimina emitiendo una cantidad de dinero equivalente a la riqueza que produce el país". "Comprar mucho con poco dinero": Es eso, ¿está claro?... Lo demás son mentiras.
Estimados paisanos, necesitamos crear una economía liberal y expansiva con capacidad de exportación, mediante la bajada de precios al consumo que implica irremediablemente la bajada del coste energético. No nos dediquemos a recaudar impuestos, porque el Estado podrá dar un pelotazo en estos dos años de guerra, pero después España será un país de pobres subvencionados...Lo que se pretende...Votos forzados cuando no se convence con argumentos sensatos.
Francisco E. Fernández.
