“Ideas que no conoceré”

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“Ideas que no conoceré”

Ya sé que cientos de miles, millones de entes que existan o puedan existir, de ideas-conceptos-enunciados que existirán nunca los conoceré, ni entenderé, ni comprenderé. 

Los que durante toda la vida, como los galgos hemos ido detrás de los conejos de ideas y conceptos y entes y realidades y argumentos y demostraciones y preguntas, hemos aprendido dos realidades: Primera, que la inmensa parte que se ha fabricado-construido-creado-inventado-diseñado-indicado-conceptualizado, en todos los campos de la realidad, nunca tendré tiempo de conocer que existen, de percibir el mundo desde esos parámetros. Ni siquiera entendería porque no tengo los conocimientos previos suficientes para descifrarlos… 

Segundo, que no sabemos, no tenemos imaginación para calcular cuánto mundo o universo macro o micro existe o existirá y que desconocemos, y que en siglos o milenios posteriores descubrirán. Ni cuántas explicaciones-conceptos-ideas inventarán o diseñarán o formularán para encontrar una explicación que armonice lo pensado con los lenguajes y con esas realidades. Ni cuantas cosas-realidades-palabras inventaremos o diseñaremos en el futuro… 

Cuando se llega a ese nivel de interioridad y convicción, uno, ya percibe, ya sin engaños y mentiras y falsas humildades, “que apenas uno sabe nada de casi nada”. Que incluso en tu especialidad o saber, sea el que sea, apenas has entrado en los primeros centímetros de lo que es. De lo que se sabe, nadie ha leído o estudiado o entendido o comprendido todo lo que ya se ha escrito-pensado-conceptualizado de tu especialidad en el mundo, en todos los idiomas a lo largo de la historia. La medicina del siglo veinte, por ejemplo, ha avanzado a y en todos los niveles, por la superespecialización médica, teórica y en la práctica sanitaria. 

Por consecuencia, uno sabe, que ignora más que sabe, algo sabe, es verdad, algo sabe, pero sabe que sabe algo, ese trocito de proyección de lo real. Y, con ese algo, tiene que intentar vivir y sobrevivir, contestar, hacerse una imagen mental y de conciencia del mundo, no solo consciente, no solo psicológica, sino también moral y ética, teórica y de actos-actuaciones, los filósofos gustan desde Kant, denominarla práctica… 

Cierto es que igual que miras con tus ojos, hueles con tus narices, caminas con tus dos torres de Hércules de carne y sangre y nervios. Igual que tienes que encontrarte con y en el mundo, con tus variables y realidades, a y en todos los sentidos. También tienes que enredarte-enhebrarte en el mundo con las ideas y conceptos que dispones. No los que existen, que ya hemos indicado, no puedes conocer todo, ni todos, sino con los que en ese momento, tu cabeza-corazón te indican. 

Y, y así, vamos sorteando el mundo. Como en casi todos los temas, nadie te evalúa, pues piensas que en todos tienes si no toda la razón-verdad, mucho y mucha de ella, te sientes contento con tu proyección interna del mundo exterior. Pero en los temas, que te evalúan desde fuera, sobretodo que hay cantidad, por ejemplo, el oro-plata-dinero, entonces, ahí, eres conscientes que te enfrentas al ring de las cuerdas de la realidad. Es decir, que realizas proyecciones-concepciones erróneas, en mayor o menor grado, a nivel vital económico, y, en otros parámetros. Hay, sientes-encuentras la profunda debilidad de lo humano, de tu ser humano, de tu carne-mente-conciencia… hay como en el WC todos somos casi iguales… 

Cuándo llega esa realidad mental, esa convicción de tus debilidades en ideas-conceptos-enunciados-fórmulas-argumentos, en definitiva, tu limitación en la representación del mundo que tienes. Puedes tomar diversas opciones, caer en un pesimismo relativista escéptico, que terminará por ponerte las barandillas del desánimo-desaliento-angustia-ironía-sarcasmo contigo mismo o, y con los demás. 

O, quizás, buscar una salida, a este enorme castillo interior-exterior en el que moramos. Yo, como escribiente pensante, he buscado nuevas salidas, que no sé si serán ciertas, y, que nadie escucha. Pero, estimo que conviene, aquí, aunque sea señalar algún matiz. La cuestión es evidente, “debemos sistematizar todo el pensamiento que disponemos, sobre las docenas de miles de cuestiones que existan”. De tal modo, que comités de sistematización-sintetización-investigación, nos señalen, todos los argumentos y datos sobre miles de cuestiones, divididos en ramas. Por ejemplo, siempre expongo algo que parece a nadie ofende, no hay criterios diversos sobre este tema: ¿Podemos comer aceitunas o no, o está prohibido y el por qué…? Es decir aplicar el sistema sic et nom escolástico a cualquier conjunto de temas y de disciplina del saber, teórico o, y práctico. De ese modo, pienso que se sistematizaría todo, se avanzaría enormemente en la concepción del mundo, por parte de todos… 

No parece que esta cuestión sea pequeña o baladí de alguien que tiene que escribir un artículo periodístico de opinión, con sesgo-matización literaria-filosófica. Sino que aquí, aunque ustedes no sean conscientes todavía, estamos jugándonos si podremos, dentro de unas décadas hacer frente o tener un papal suficientemente competitivo-substantivo, con los artilugios de todos los modos de Inteligencia Artificial que están empezando a volar en el horizonte de nuestra especie y tiempo e historia…  

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