Corren tiempos turbios para la clase política. Un modo de proceder con el país que no es el que éste merece. ¿Dónde queda la transparencia y la sensatez? Porque ambos valores deberían ser condiciones en este Estado de Derecho en el que supuestamente vivimos y ser de obligado cumplimiento para todos nosotros tener constancia y conocimiento de todos los actos y actuaciones de los que nos están gobernando.
Políticos alejados de una sociedad a la que tienen engañada cuya visión es la de estar preocupados de si van a seguir gobernando, dando lugar a una conformación de una élite cerrada oligárquica, lugar en el que el ciudadano no tiene cabida, quedando el incumplimiento de sus promesas en un segundo lugar. Únicamente parecen tener la preocupación de obtener más privilegios, mayores salarios y accesos a recursos complementarios, donde el tráfico de influencias se ha convertido en cierta monotonía.
Estamos en manos de personas donde parece ser que sólo viven por y para ellos.
El único salvavidas que nos queda después de haber tenido políticos que nos han gobernado con gestiones nefastas, sumiendo a este gran país en un pozo sin fondo que, de no cambiar las cosas, estamos sentenciados a ir pidiendo clemencia a otros países que nos tildan de ser unos vividores. Y pienso a veces que razón no les falta y a los hechos me remito, porque mientras el país se desmorona y millones de negocios quiebran nuestro grandioso gobierno se gasta 1,2 millones de euros para comprar móviles y tablests a diputados y senadores, móviles con tarifa plana mensual y envío de mensajes masivos a móviles.
Además hay que añadir que en los presupuestos Generales del Estado cada año se destinan partidas de dinero para estos y otros menesteres. En el año 2013 el Congreso de los Diputados tenía asignados más de 19 millones de euros solo en material para oficina y en el Senado casi otros 12 por el mismo concepto, pero esto es un suma y sigue, ya que todos los parlamentarios tienen un bono para el servicio de taxis de 3000 euros anuales.
Y me surge comparar con otros países europeos y preguntarme porqué no toman ejemplo de los políticos británicos (por poner un ejemplo) que para trasladarse por la ciudad, lo hacen por carreteras públicas en sus bicicletas.
Quisiera hacer un llamamiento como ciudadano y pedirle a esta clase política que se dejen de espectáculos y obras de teatro baratas a las que nos tienen acostumbrados y que de una vez por todas reine la cordura y dejen de lado sus intereses espurios y trabajen en conjunto por una ciudadanía que pide a gritos que sus gobernantes levanten de nuevo a un país venido a menos y empobrecido y darle el lugar que se merece tanto a él como a los ciudadanos que están más que hartos.