Hoy quiero felicitar a todos los profesionales del sector de la Seguridad Privada, un sector que ha demostrado día a día a esta sociedad el gran trabajo que realiza y lo necesario que es para mantener la seguridad de nuestros espacios públicos, así como privados.
Profesionales que lo dan todo sin escatimar ni un ápice y aunque muchas veces sean juzgados por intervenciones desafortunadas, no hay que olvidar que trabajan con total desamparo con leyes obsoletas y con medios que no están actualizados para desarrollar su trabajo con destreza; esto no significa que cuando no actúan con toda la profesionalidad que se les presupone, se deban tomar medidas coercitivas pero impuestas por el órgano competente y todo ello evitando hacer juicios paralelos, tal y como pasa en la mayoría de las veces. Por lo que hay que dejarlo en manos de jueces y que sean ellos los que dictaminen si se cometió falta o delito.
Estos agentes de seguridad privada son la primera línea de actuación y de no ser por ellos muchas veces no se podrían evitar ciertos sucesos trágicos o por el contrario cuando la actuación de ellos ha salvado vidas, como por ejemplo, atender a personas que padecen patologías cardíacas, utilizando un desfibrilador frente a una parada cardiorrespiratoria en un centro comercial. Violencia de género en un supermercado exponiéndose al agresor. Incluso a bordo de un barco atunero, enfrentándose a ataques piratas.
Son innumerables tanto las acciones como los lugares donde actúan estos profesionales, sin el reconocimiento que se les debe dar y muy pocas, las ocasiones donde se habla de ellos de forma positiva, por todo ello cuando veamos a uno de estos profesionales desarrollando su trabajo, tenemos que agradecerles su labor, una labor que ejercen a la sombra de todos.
Por último decir que malos profesionales existen en todos los ámbitos, así que no generalicemos al ver una mala actuación, porque la mayoría de todos ellos, desarrollan su profesión con la máxima maestría y agilidad. Así que desde aquí, mi pequeño homenaje a todo un colectivo que a pesar de no contar con grandes apoyos, es muy numeroso en agentes y su ocupación es encomiable. No quiero olvidarme de todos los que han caído en acto de servicio, porque tampoco se habla de ellos en las televisiones, siendo los grandes olvidados.
José Antonio Carbonell Buzzian