Todos deberíamos saber que una ciudad es un espacio que trasciende mucho a los límites de un marco político y administrativo según la extensión física de un espacio territorial. No debería ser nuevo el que los gobernantes locales tengan relaciones internacionales, ya que los primeros estados fueron Estados-Ciudades con sus correspondientes hermanamientos existiendo desde la primera mitad del siglo XX. Recientemente se han creado términos como "Ciudades mundiales" o "Ciudades globales" que han dejado de ser meras denominaciones, convirtiéndose en objetivo político para los líderes locales que quieren colocar a sus ciudades en el mapa mundial.
La internalización del gobierno local tendría que dejar de ser una simple anécdota y convertirse en una exigencia, debido a los cambios a los que nos vamos a ver sometidos por esta pandemia mundial; los hechos demuestran que las ciudades que tienen una mayor diversificación de sus actividades sociales, económicas y culturales serán las más activas en esas relaciones internacionales, por lo que no nos debería sorprender que las ciudades capitales, los gobiernos regionales y provinciales tendrían que estar entre los actores mejores considerados, por ello ante nuevos retos se tendrían que incorporar a estos gobiernos nuevos mecanismos como la creación de oficinas internacionales, con sus propios recursos, con un modus operandi consistente en la creación de foros de debates con otras ciudades de ámbito internacional, tratando temas tales como medio ambiente, seguridad, inmigración y temas urbanísticos.
Durante el año 2016 un centenar de representantes de diferentes gobiernos locales liderados por el gobierno de la ciudad de México y el distrito metropolitano de Quito, en el marco de la conferencia "Hábitat III" el alcalde Mauricio Rodas de Quito anfitrión de la conferencia en un acto inédito junto a los 18 alcaldes que estaban presentes en calidad de representantes de las diferentes ciudades, se le hizo entrega de manera formal, un documento con una serie de recomendaciones además de proponerle un proceso denominado "Un lugar en la mesa global como tomadores de decisiones en la agenda mundial" al secretario general de la ONU.
José Antonio Carbonell Buzzian
