El pasado jueves, el Gobierno de Argentina reforzó las medias preventivas ante el avance del covid-19 declarándose emergencia en todo el país mediante un Decreto firmado por su presidente Alberto Fernández, dónde decía que no cumplir la cuarentena supondría un delito penal.
Y mientras crece la preocupación entre la población, un desalmado en Buenos Aires salió de su casa desoyendo las recomendaciones, agrediendo a un vigilante privado de su edificio que, le recomendó que se quedase en su casa.
Ante este acto tan deleznable, desde España todos los profesionales de la seguridad privada queremos mandarle un mensaje con nuestro apoyo y nuestros mejores deseos para que tenga una pronta recuperación. Actualmente estos profesionales están trabajando en unas situaciones bastante denigrantes, donde no tienen los medios adecuados como los EPI (Equipo de Protección Individual) para poder protegerse contra esta pandemia. Por otro lado pero en la misma línea, estos profesionales se sienten abandonados por parte de sus empresas, porque su trabajo no es reconocido, ni valorado. Por lo que los compañeros del colectivo de la seguridad privada españoles, queremos que tengan constancia de que aunque nos separen muchos kilómetros de distancia estamos hermanados con ellos y que les mandamos todo nuestro reconocimiento por la labor que están desarrollando en unos momentos tan difíciles como los actuales y que no caigan en el desaliento porque son un ejemplo de constancia y profesionalidad.
Queremos que entre todos los que formamos esta gran familia de la seguridad privada a nivel latinoamericano llevemos un mensaje de esperanza a todos aquellos ciudadanos y les demostremos que no están solos y que pueden contar con nuestra ayuda y apoyo. Quisiera hacer una mención muy especial al compañero Cristhian López, secretario general del sindicato Sutca, por el gran trabajo y la gran labor que está llevando a cabo, en la defensa de todos aquellos compañeros vigilantes que, se encuentran desamparados y sin los medios necesarios para poder desarrollar sus trabajos con la mayor profesionalidad expuestos al contagio del COVID-19.
La solidaridad es la mayor herramienta para afrontar esta pandemia que nos afecta a todo el mundo.
José Antonio Carbonell Buzzian
