Hace tiempo que tenía en mente escribir mi profundo agradecimiento a inquisidoras e inquisidores que intentando hacerme todo el daño posible (en lo personal, laboral o político) me han llevado a situaciones positivas que nunca podía soñar, desde mi modestia personal o el espacio político en el que he militado siempre.
Si yo rezase (que no lo hago desde la razón y el respeto a la libertad de pensamiento), los/as tendría presentes en mis oraciones de forma permanente. Utilizar los cargos públicos para perseguir a una persona que no piensa como ellos, es una actividad bastante fea y execrable que, en ocasiones, puede tener el efecto contrario al que se busca. Este es el vivo ejemplo.
El ensañamiento suele ser como el "pasarse de rosca" y operar en el sentido inverso al que se persigue. Gracias, muchas gracias de todo corazón a mis apreciados/as enemigos/as por haberme ayudado a alcanzar la alcaldía y la oportunidad de poner nuestras energías en ayudar a salir este pueblo del pozo en el que lo habían dejado.
Y no porque el Proyecto de Ganar Totana no tenga su mérito y esté a años luz en compromiso, trabajo y coherencia de otros, que tienen mis respetos. Es porque este Proyecto -en una sociedad conservadora-, necesitaba la palanca necesaria y, paradójicamente, se ha hecho realidad con el odio y el resentimiento de los intolerantes.
Querellas millonarias, intentos de linchamiento, atentantando contra derechos básicos y otras acciones, ha tenido el efecto contrario al buscado en esa espiral ciega y rastrera. Y lo bueno es que siguen en sus trece.
Desde el "Místico Rosconero", insultador, pucheros y mal hablado, pasando por el Asesor de todo y fracasado en lo importante que con su división marcó el camino, hasta quien se disfraza en las Redes Sociales para darnos lecciones de moral sin dar la cara.
En fin... mi agradecimiento eterno, sincero y gratitud a los inquisidores y que sigáis así. Que vais bien.
Juan José Cánovas Cánovas