España es el único país europeo con presencia territorial en el norte de África y en consecuencia frontera terrestre con Marruecos, esta relación entre ambos países vienen marcadas por la existencia de conflictos cíclicos.
Las percepciones desempeñan un papel muy importante a la hora de definir las relaciones entre estos dos países, tanto a nivel social como a nivel político. Marruecos es para España un socio clave y viceversa, de hecho se fija como objetivo compartido seguir tejiendo una malla de relación e intereses cruzados.
A nuestro país le interesa y mucho la modernización de Marruecos por múltiples motivos, cabe destacar la importancia de tener un vecino estable donde se puedan desarrollar todo tipo de relaciones mutuamente beneficiosas, donde la sociedad española tiene mucho que ganar si Marruecos se convierte en un espacio privilegiado de inversión y desarrollo común.
Para hacer esto realidad, hay que complementarse entre ambos países fortaleciendo lazos entre sus instituciones, fomentando intercambios donde haya una presencia cultural y de comunicación más eficaz y proactiva en ambas direcciones.
Numerosas son las cuestiones que afectan a las relaciones hispano-marroquíes, son parte de la política nacional española a las relaciones inter- nacionales en temas tan importantes como la inmigración, la amenaza terrorista y el tráfico de drogas.
Por ello hay que volver a trabajar conjuntamente y mediante el diálogo recuperar y mejorar ese tratado de buena vecindad que, garantice la fluidez entre ambos países.
José Antonio Carbonell