Luna, la gatita adolescente, que pronto entrará en la menstruación y en la procreación, y que los humanos cercenarán esa posibilidad para que una enfermedad no termine con ella.
En tu tozudez, caminas de un lado por y para otro, pareces un científico que buscas nuevas realidades, pero sin encontrar nuevas explicaciones, o quizás las halles, aunque no somos no sepamos, miras como si fueras un psicoanalistas, no sabemos lo que sientes o si piensas de algún modo. Eres un misterio. Las especies entre sí y consigo mismas son misterios. Quizás, un día, no solo seamos capaces de conocer el cerebro humano, aunque da miedo, lo que podrán hacer con esos conocimientos, los que en esas épocas gestionen o sean gestionados por los poderes del momento.
Si a tu especie, tuviese dedos para prensar realidades-objetos-cosas, posiblemente habríais evolucionado, porque vuestro interés por todo es inconcebible-imaginable-ilimitado, cualquier ruido te lleva a ir a comprobar-experimentar lo que es. Hoy, Luna de madrugada he estado releyendo algunos aspectos de dos tesis doctorales, una sobre Marina, uno de los grandes pensadores y filósofos de esta tierra, de finales del siglo veinte, otro, del Umbral, con sus heridas, profundas heridas, tres grandes heridas, en otro artículo expresé con palabras clavadas en bits de información.
Yo, Luna, quise ser escritor, escritor-pensador-filósofos, en definitiva, observador, para entender-comprender algo de la realidad. Empecé escribiendo, hace décadas, porque no tenía más remedio, así me olvidaba de datos-ideas-preguntas-argumentos y podría, seguir buscando otros. No, no puedo expresar que no he sido, además de autor plástico, todo eso he sido-estado metido en esos caudales, más otras realidades. Pero nadie o casi nadie reconoce, no a mí, que debo estar siempre en un quinto plano, la producción cultural, apenas a nadie, por poner un enunciado piadoso sobre mi trabajo, casi a nadie interesa. Ni siquiera estoy en las listas regionales, como último escritor-pintor-pensador-filósofo-metafísico. Temo que gran parte de la catedral mental-cultural construida, de arte plástico se haya perdido, que en el futuro se deteriore o pierda casi todo, y, también en la escritura. Ese sueño de realizar-construir una única obra, mental-cultural-creativa.
Indicaba Luna, que esta mañana de bien madrugada, estuve con dos grandes de la literatura y filosofía de este suelo que atraviesa siempre sed, desde hace décadas, tierra de paso y, alejada del mundo, lo último de Eurasia, cuando no se sabía que existía América. Umbral, pienso que es el Quevedo de hoy, Marina el Gracián de hoy. Sabes Luna, te pareces a las momias de gatos del Antiguo Egipcio, dicen que embalsamaron a millones de seres vivos, también humano, seres de todas las especies. Dicen, no sé si será verdad, que incluso aunque llevamos siglos levantando antepasados nuestros, con distintos fines, ahora, al menos, se insertan en museos, antes, eran para abonos, desgraciadamente. Todavía quedan cientos de miles en las arenas. No sé si será verdad.
Tú, sabrías Luna, decirme porqué mi escritura-literatura-pintura-filosofía, apenas interesa a nadie. Sé, que estoy en el tramo final de mi existir, en esta tierra, aunque no sé, cuanto durará, ni en qué condiciones de vivencia-existencias estaré. Tengo ya, sin dejadez, con sosiego y moderación, ponerme a bien con mi alma, como decían en siglos anteriores, que estimo, en esto eran más sabios que nosotros, aunque no en el resto de temas, tengo que ponerme bien con el Buen Dios, que al menos, después, de las alegrías y tristezas del hoy, de estas décadas de mi existencia, aunque los sufrimientos han sido muchos menos que cientos de millones de seres humanos, que malviven en este mundo. Espero que después, si existe eternidad, vaya al silencio-sinfonía del Buen Dios. Que lo entienda y lo comprenda, y, siguiendo también un argumento de Kant, de la demostración de Dios, parafraseándolo, que exista al menos un Lugar, que la Verdad brille, que de verdad sepamos qué y quién es cada uno, ya sin engaños y ya sin mentiras…
Luna, te damos juguetillos, pelotas que hacen ruido, y miras con una fijeza y concentración enorme, y después, marcha detrás de ella. Es una forma de toreo, se engaña al toro, se engaña a los felinos domésticos, se engaña, me temo, también a los hombres, la capa y las suertes y los juegos son diferentes, pero son similares en el fondo y la forma y el significado. Es unas especies, individuos de unas especies engañan a otros individuos de otras especies, unos individuos de una misma especie engaña a otros individuos de la misma especie. No soy, como tantos, que piensan que el ciudadano normal, sea solo hombre-masa. Muchos intelectuales-escritores lo piensan y escriben. Muchos, demasiados está en su inconsciente. Pienso, que esos escritores-filósofos-artistas, llevan mucho tiempo, sintiéndose superiores al resto de los mortales, quizás, nunca hayan ejercido un oficio rutinario y normal, sino siempre han estado en sus pedestales. Nunca han sido segadores, ni panaderos, ni fontaneros, ni auxiliares de enfermería, y, entonces, no comprenden, sus grandezas y sus miserias, las pobrezas y las riquezas del pueblo, sus afirmaciones y sus negaciones.
Luna, en estos días, estoy releyendo, tres tesis doctorales, sobre Umbral-Vicent-Marina. Intentando autoevaluarme, ya que redacto artículos, diríamos, de todos los géneros literarios-filosóficos, que he practicado-arado en mi existencia, para intentar entender-comprender algo de lo real, o de lo real imaginario o de lo real soñado, ahora, creo ya en mi trayectoria final, me quedaré con el artículo. Bueno, siempre quise hacer, de alguna manera, lo he hecho, todo fragmentario, ese es mi lugar en el pensar del mundo. Bueno, Luna hasta otro rato. Paz y bien.