La Cruz Roja es una organización humanitaria universal u de voluntariado comprometida con la atención a las personas que padecen cualquier forma de exclusión o vulnerabilidad, por las que se promueve entornos favorables para su inclusión. La actividad de Cruz Roja Española en la actualidad es muy diversa y se ha ido adecuando a las transformaciones de cada momento histórico, como así ha sucedido con esta crisis provocada por la pandemia surgida, debida a la expansión del nuevo coronavirus, cuyo brote epidémico comenzó en la ciudad China de Wuhan a finales de 2019, provocando una crisis humanitaria que ha puesto en riesgo la protección de la salud, los derechos humanos, sociales y económicos. Por este motivo el 19 de marzo se lanzó el PLAN CRUZ ROJA RESPONDE frente a la Covid-19, en el marco del estado de alarma nacional, para las personas en situación de vulnerabilidad y población general, en coordinación con todas las administraciones públicas, tanto a nivel municipal, como autonómico y central.
Con este Plan, Cruz Roja refuerza sus mecanismos para ofrecer una respuesta integral en todas sus áreas de actuación: Socorros, Inclusión Social, Empleo, Salud, Educación y Medio Ambiente, que han hecho posible la consecución de los fines prefijados, movilizando a más de 40.000 personas voluntarias a través de sus más de 1.400 puntos de atención.
Los voluntarios, con su labor altruista, anónima y desinteresada, organizados en equipos, han intervenido ayudando a las personas, sensibilizando a la sociedad creando conciencia, evocando solidaridad, siendo los que, por cercanía con la población han sido los que mejor han detectado la realidad, necesidades y problemas de esta crisis.
El mundo actual ante esta situación pandémica está abocado de forma inexorable a tasas de mayor pobreza y desigualdad. Más de 12 millones de personas en España, un 26% de la población, se han encontrado aisladas y en confinamiento, con riesgo de pobreza o de exclusión social, siendo necesario abordar las causas de vulnerabilidad como la pobreza, el mal gobierno, la discriminación, la desigualdad y acceso insuficiente a recursos y medios de subsistencia. Como diría Nelson Mándela: "La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia".
Pobreza y desigualdad marcan siempre el quehacer de Cruz Roja. Es por ello por lo que la intervención en las problemáticas sociales comenzó teniendo un carácter marcadamente asistencial. La evolución experimentada en nuestro país por los sistemas de protección social ha hecho posible introducir un enfoque preventivo y rehabilitador.
La lucha contra la desprotección social es el objetivo estratégico de nuestra institución.
Ello se traduce en la función de salvar vidas y apoyar la recuperación después de crisis y desastres, en cualquiera de las situaciones en las que pueda darse sufrimiento humano; posibilitar una vida sana y segura que contribuya al cambio de entornos, hábitos y estilos de vida al promover la inclusión social que supone la posibilidad de gozar de los derechos sociales de forma autónoma, con plena capacidad personal de hacer frente a las obligaciones, y de gozar de plena independencia personal y social; así como la no violencia y la paz. La ventaja de basarnos en una doctrina propia es su capacidad para evolucionar, y aunque incorpora como elemento central los Principios Fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, agrega periódicamente componentes que proceden de la experiencia diaria y que van marcando una tendencia mediante una reflexión asociada a un plan de acción, donde existe siempre una justificación humanitaria en lo que hacemos.
Tratamos de construir cada día una Cruz Roja Española fuerte que responda a las necesidades de personas y colectivos vulnerables, contribuyendo a paliar la pérdida de bienestar social.
En todas las acciones de Cruz Roja es muy importante promover la diplomacia humanitaria que consiste en convencer a las personas responsables de la toma de decisiones y a los líderes de opinión para que actúen en todo momento en beneficio de las personas vulnerables.
Todo lo anterior quedaría sin efecto sin el concurso indispensable del voluntariado. Los voluntarios son personas que llevan estampado en todos sus actos el ideal de la fraternidad siempre a favor de los perdedores y de todos los que no pueden conciliar una vida digna con una realidad asfixiante. Tienen su yo solidario entregado al prójimo necesitado, depositario "a fondo perdido" de sus benéficas acciones. Auténticos santos laicos cuya misión ha quedado evidenciada, una vez más, en esta catastrófica pandemia.