Las infraestructuras hidráulicas constituyen una herramienta fundamental ante las inundaciones en una tierra históricamente castigada por las riadas, por lo que pide la colaboración y coordinación entre las administraciones
No puede demorarse más la ejecución de unas infraestructuras que llevan años estancadas, y que deben venir acompañadas de la limpieza de los cauces y la revisión de los planes de una emergencia, acompañada de una batería de medidas basadas "en el conocimiento científico y no en la demagogia, el populismo y el sectarismo"
El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Murcia ha anunciado esta mañana la presentación al Pleno de una moción en la que insta al Gobierno nacional a ejecutar una serie de infraestructuras hidráulicas que fueron recogidas en el Plan Hidrológico Nacional como obras prioritarias y urgentes.
Dos décadas después, la realidad es que continúan sin ejecutarse el Colector Norte o las presas en las ramblas del Puerto de la Cadena, Garruchal o Tabala.
En esta moción, el Grupo Municipal anima a los distintos grupos políticos a sumarse a la iniciativa, ya que no caben bandos ni siglas cuando se trata de la seguridad de los murcianos.
Se trata por tanto de dejar atrás la confrontación y el sectarismo, dando un paso al frente para evitar que se produzca en Murcia una situación como la que está sufriendo la Comunidad Valenciana.
El pasado mes de septiembre, se aprobó una moción en la que se acordaba instar a la Confederación Hidrográfica del Segura para que, de forma coordinada con el Ayuntamiento de Murcia constituyera una Comisión técnica mixta para la prevención y gestión de inundaciones, y lo cierto es que Murcia no puede esperar más.
Ha pasado cerca de una década desde que se publicó en el BOE la licitación para la redacción del proyecto del Colector Norte, con el que se evitarían las recurrentes inundaciones en Espinardo, Churra, El Puntal y Cabezo de Torres.
Sin embargo, en 2020, el Ministerio decide paralizar y replantear el proyecto que ellos mismos habían elaborado, redimensionándolo e incorporando presas de laminación, que no ha presentado hasta el pasado verano.
La realidad es que, a pesar de ser una infraestructura declarada de interés general que estaba presupuestada y contaba incluso con Declaración de Impacto Ambiental, las obras no se han iniciado pese a ser reclamadas desde hace más de 20 años.
Se trata de una infraestructura básica para Murcia, y que está por encima de siglas, por lo que esta moción huye del simplismo y la confrontación, con el objetivo de sumar a todos los grupos políticos en pos de algo que es bueno para Murcia y justo.
La coordinación entre administraciones resulta fundamental ante situaciones de esta envergadura, sin que ello suponga rebajar un ápice la exigencia de estas medidas.
Las últimas actuaciones importantes, realizadas como consecuencia de las intensas lluvias de 1987, fueron elaboradas por la Confederación Hidrográfica del Segura, al amparo de su Plan de Defensa contra Avenidas del río Segura que, desarrollando los estudios previos realizados en 1977, concluyó con la ejecución de 23 actuaciones, concluyendo las mismas en 2001, por lo que llevamos cerca de un cuarto de siglo sin obras de envergadura.
En el actual contexto de episodios de sequía, escasez e inundaciones cada vez más frecuentes y acusados, se hace necesario desarrollar medidas de adaptación que mejoren nuestra capacidad de resiliencia para superar dichos episodios con el mínimo impacto en nuestras actividades, como las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) y sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) que complementen a la red de drenaje e infraestructuras tradicionales, que siguen siendo, por otro lado, imprescindibles.
Por este motivo, resulta absolutamente imprescindible acometer el Colector Norte o las presas en las ramblas del Puerto de la Cadena, Garruchal o Tabala, recogidas como prioritarias y urgentes en el Plan Hidrológico Nacional.
Además, la Confederación debe llevar a cabo la conservación y mantenimiento de los cauces, como se le ha instado de forma reiterada, ya que los arrastres son causantes de taponamientos y agravan las inundaciones, poniendo en riesgo en 2019 incluso en riesgo de colapso el puente de la FICA.
Y, en cuanto a las infraestructuras, con o sin presas de laminación, deben acometerse de forma inmediata, porque como hemos dicho, Murcia no puede esperar más.