Huermur ha logrado que la Consejería de Cultura inicie el expediente para modificar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la Catedral de Murcia y la Capilla de los Vélez, ya que ambos monumentos declarados en 1928 y 1931 están sin actualizar a la legislación vigente y sin entorno de protección BIC.
La modificación de esta declaración BIC solicitada por la entidad conservacionista engloba además la inclusión de todos los bienes muebles, esculturas, pinturas y ornamentos que hay en el templo catedralicio. El objetivo principal es refundir en una sola declaración BIC actualizada todos los bienes, para que sea clara, precisa y acorde a la ley.
Huermur también ha solicitado a la Consejería de Cultura proteger el patrimonio inmaterial asociado a estos bienes, como es la procesión del Corpus, la Misa Mozárabe con la procesión claustral de San Fulgencio, los conjuratorios de la torre de la Catedral, y una larga lista de tradiciones históricas.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha logrado que la Consejería de Cultura inicie el expediente administrativo para llevar a cabo la modificación de las declaraciones como Bien de Interés Cultural (BIC) de la Catedral de Murcia y de la singular Capilla de los Vélez. Todo ello, dado que ambos bienes fueron declarados monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, en 1928 y 1931, y a fecha actual están sin adaptarse a la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 y a la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia de 2007.
La falta de adaptación de estas protecciones casi centenarias a la legislación actual conlleva que a día de hoy estos monumentos carezcan del debido entorno de protección BIC que salvaguarde sus zonas más próximas y paisaje, así como que no exista debidamente aprobado y protegido en el boletín oficial un inventario de todos los bienes muebles, esculturas, pinturas y ornamentos que hay en el templo catedralicio. Igualmente, tampoco está reconocido ni protegido el patrimonio inmaterial asociado a la Catedral.
El objetivo principal de esta iniciativa de Huermur es que la consejería de Cultura refunda o adapte en una sola declaración BIC actualizada todos los bienes de la Catedral para que la protección sea clara, precisa y acorde a la ley. Incluyendo en la misma el entorno de protección BIC, el listado de bienes muebles y el importante patrimonio inmaterial que atesora este monumento de la Región de Murcia.
La primera piedra de la Catedral de Murcia fue colocada en el año 1394, siendo consagrada en 1467 y dedicada a Santa María. Aunque en tiempos del obispo Pedro de Peñaranda (1337-1352) se edificó el nuevo claustro gótico de la catedral, siendo por tanto la parte más antigua del complejo arquitectónico actual, cuyos restos son hoy visitables en el museo catedralicio. La Capilla de Los Vélez fue edificada en estilo gótico flamígero como lugar de enterramiento del Adelantado mayor de Murcia, iniciando sus obras en 1490 por mandato del adelantado Juan Chacón, y finalizando en 1507.
En este sentido se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que: “Hay que proteger debidamente uno de los monumentos más importantes de la Región de Murcia, su entorno y todos los bienes asociados al mismo tanto materiales como inmateriales. Es un legado de nuestros antepasados, y de la historia de nuestra tierra, que debemos preservar para que las generaciones futuras lo puedan disfrutar igual que nosotros lo hacemos hoy”.
En la solicitud efectuada por la entidad conservacionista se ha hecho especial hincapié en la existencia de diversas tradiciones, representaciones y manifestaciones relacionadas o que se suceden en la Catedral de Murcia que deben ser recogidas como patrimonio inmaterial ligado a este Bien de Interés Cultural (BIC). Como por ejemplo, la procesión del Corpus Christi que es uno de los momentos cumbres del ciclo litúrgico, la Misa Mozárabe con la procesión claustral de San Fulgencio que finaliza con la posterior degustación de boniato dulce y mistela en el patio del Palacio Episcopal, el enterramiento de algunos de los personajes insignes del Reino de Murcia como las entrañas del rey Alfonso X el Sabio, Diego Saavedra Fajardo, Jerónimo de Ayanz y Beaumont, santos, beatos, etc. Todo ello, y a pesar de no tener la consideración de panteón de ilustres como tal, es una recopilación secular de familias, personajes y figuras fundamentales, así como del santoral y martirologio de la Diócesis de Cartagena y del Reino de Murcia.
Huermur también ha señalado como patrimonio inmaterial las ceremonias y celebraciones referidas a epidemias, pandemias y sequías, relacionadas además con los conjuratorios de la torre de la Catedral y con el balcón específico para pronunciar y oficiar estas manifestaciones y representaciones, así como el Toque Manual de Campana (como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial) y los propios toques realizados en Murcia para las inundaciones y avenidas, entre otros.
Como bienes muebles, se han citado entre otros las rejerías (especialmente en presbiterio y coro) los retablos, la decoración de las capillas, la custodia procesional del Corpus Christi, el conjunto escultórico y la imagen de Santa María que preside el camarín excepto en las fechas en las que está la Virgen de la Fuensanta, el órgano de la Catedral construido en 1854 y es uno de los más relevantes a nivel internacional, el coro con su sillería del siglo XVI y el facistol procedente del Real Monasterio de Santa María de Valdeiglesias, el gran cuadro de la capilla de los Vélez, e imágenes como el beato Andrés Hibernón, la Inmaculada del trascoro, el conjunto de la Anunciación, el crucificado o Cristo de la Misericordia de Jerónimo Quijano, etc.
Huermur también destaca la necesidad de protección de los fondos conservados ahora en el Museo Catedralicio, a incluir expresamente en la declaración, así como el Archivo Catedralicio donde se custodia una gran parte de la historia documental de la Región de Murcia.