Huermur celebra que el Gobierno regional por fin haya aprobado la declaración del singular e histórico Convento de las Anas como Bien de Interés Cultural BIC, con categoría de monumento, tras años de quejas, escritos de Huermur y hasta una investigación del Defensor del Pueblo por los retrasos en la tramitación desde 2017.
La entidad conservacionista destaca la protección del último gran huerto urbano que atesora el convento, como testimonio de la antigua ciudad conventual del Barroco murciano, y su actual papel como hito urbano caracterizador del paisaje junto al vecino convento de Santa Clara la Real, también BIC.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) celebra que por fin el Gobierno de la Región de Murcia haya declarado Bien de Interés Cultural BIC, con categoría de monumento, el singular e histórico Convento de las Anas. Con esta reciente declaración como BIC Huermur señala que se garantiza que su entorno y paisaje urbano no sean alterados o se provoque en ellos una degradación que afecte a los valores del monumento.
Huermur recuerda que se han tenido que cursar desde 2017 decenas de escritos, quejas y reclamaciones para desatascar un expediente administrativo que permaneció durante años en los cajones de la Consejería de Cultura sin tramitar ni incoar, a pesar de los sobresalientes valores del monumento y del consenso social y técnico en su consideración patrimonial y sobresalientes valores.
La entidad conservacionista destaca la protección del último gran huerto urbano que atesora el convento, como testimonio de la antigua ciudad conventual del Barroco murciano, y su actual papel como hito urbano caracterizador del paisaje junto al vecino convento de Santa Clara la Real, también BIC. Huermur señala el enorme valor de este monumento de Murcia que tiene su origen en el año 1490, así como la excepcionalidad del rico conjunto de bienes muebles especialmente vinculados a la iglesia y monasterio que aún se conservan.
En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que “De nuevo estamos de enhorabuena, pues por fin se ha conseguido desatascar otro expediente de protección de los cajones de la consejería de Cultura. Han sido años de espera y de exigir esta declaración incluso pidiendo la ayuda del Defensor del Pueblo, pero por fin este patrimonio de Murcia, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, ya está reconocido y protegido como se merece”.
El convento de Santa Ana, o como popularmente se le conoce, el convento de las Anas, es un conjunto monástico perteneciente a la rama femenina de la Orden Dominica, situado en la ciudad de Murcia. El convento tiene su origen en el siglo XV, aunque el inmueble que hoy se puede contemplar data del siglo XVIII y es uno de los conjuntos más representativos del barroco.
En el mismo emplazamiento del convento actual, en el antiguo arrabal de la Arrixaca extramuros de la ciudad, se fundó un monasterio de monjas agustinas en 1398, también bajo la advocación de Santa Ana. Sin embargo, la llegada de las monjas dominicas a Murcia se produjo en 1490, provenientes de Jaén, patrocinadas por el deán de la Catedral Martín Selva. Éste fue quien les donó los terrenos que hoy ocupan, convirtiéndose en su mecenas.
Desde Huermur señalan el sobresaliente valor histórico y artístico que representa tanto la tipología conventual como la iglesia de Santa Ana como testimonio de la evolución arquitectónica del Barroco en la Región, y la integridad de conservación de los elementos inmuebles y muebles que constituyen el conjunto.
Otro de los puntos destacados es la singularidad de los valores inmateriales vinculados a la iglesia y convento de Santa Ana, en particular los relacionados con el culto a la Virgen del Rosario y el voto anualmente renovado por el Ayuntamiento de Murcia, así como el valor histórico rememorativo representado por el relicario de la Virgen de las Lágrimas.
La entidad conservacionista remarca también la excepcionalidad del rico conjunto de bienes muebles con destacadas muestras de escultura, así como elementos de patrimonio textil, orfebrería, joyería y bibliográfico–documental, según se detalla en el inventario realizado por la consejería de Cultura que engloba 210 elementos históricos que abarcan desde el siglo XVI al siglo XIX.