La vicealcaldesa y concejal de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, ha visitado hoy la pedanía de Beniaján con motivo del comienzo de los trabajos para la demolición del antiguo colegio Nuestra Señora de la Fuensanta-La Vía de la pedanía. Esta actuación permitirá liberar un terreno municipal que presenta una superficie de 1.400 metros cuadrados, lo que posibilitará ampliar los equipamientos públicos en la localidad.

El Servicio de Patrimonio, dependiente de la Concejalía de Fomento, ha iniciado esta semana las obras, que cuentan con una inversión municipal cercana a los 40.000 euros y estarán concluidas en dos meses. Una decena de empresas presentaron ofertas para el desarrollo de los trabajos, resultando adjudicataria la mercantil Servicios Profesionales Murcianos.

El proyecto recoge el derribo del edificio del colegio, de dos plantas de altura, y de otro inmueble anexo, de un piso de alto. Con esta actuación, el Ayuntamiento atiende la demanda trasladada por los vecinos de Beniaján, a través de la Junta Municipal de la localidad, para que el terreno del colegio quede libre y se pueda destinar a otros servicios públicos.

Estos trabajos forman parte de la estrategia del actual Equipo de Gobierno para el fomento de la vertebración territorial en todas las pedanías y barrios que conforman el municipio de Murcia, contribuyendo a que los vecinos tengan a su alcance los mismos servicios, con independencia del lugar en el que vivan.

En el mismo sentido, la vicealcaldesa Rebeca Pérez ha manifestado que "esta obra tiene un componente social muy importante porque sus promotores han sido los propios vecinos de Beniaján, que han solicitado que se habilite la parcela que ocupa el antiguo colegio para la puesta en marcha de otros equipamientos en la pedanía".

La Junta de Gobierno acordó la declaración de ruina para el edificio

El edificio que albergaba al centro educativo se ubica en la calle Algezares y la Junta de Gobierno acordó el pasado 29 de septiembre su declaración de ruina debido a las graves deficiencias estructurales que presenta, lo que faculta su demolición en cumplimiento de la ley regional de Ordenación Territorial y Urbanística.

La cubierta del colegio es de chapa, mientras que la del inmueble anexo es de fibrocemento, por lo que para su retirada el Ayuntamiento realizó un encargo específico a una empresa especializada y con experiencia acreditada en el tratamiento de este tipo de producto.

El edificio principal está formado por muros de carga, pilares y vigas de hormigón armado, forjados a base de viguetas y bovedillas y tabiquería de ladrillo hueco sencillo. Además, en todas sus caras tiene enlucido de yeso.

Los escombros resultantes de la demolición del colegio se convertirán en zahorra artificial para ser reutilizados en otros usos. Para ello, serán triturados y mezclados en un molino, lo que permitirá la obtención del producto deseado para su reutilización.

Antes del comienzo esta semana de los trabajos, el Servicio de Patrimonio ha completado la preceptiva tramitación anterior, incluyendo la aprobación del plan de seguridad y salud, la comprobación del acta de replanteo y la autorización necesaria para la retirada del fibrocemento existente en la cubierta del edificio auxiliar.