La iniciativa ha acercado algunas costumbres y tradiciones locales al alumnado de dos colegios de Beniaján, especialmente en unas fechas inmediatamente previas a las celebraciones de las Fiestas de Primavera en el municipio.
Bajo el título "Que vivan las tradiciones murcianas", se ha desarrollado una experiencia intergeneracional con los centros educativos EEI La Naranja y CEIP N. S. de Fátima, ambos en Beniaján, como parte de su programación de actividades culturales de final de trimestre.
Para su puesta en marcha, además del liderazgo que tenían cada uno de los centros educativos, se ha contado con la colaboración de cuatro instituciones del territorio: el Centro Cultural de Beniaján (Ayuntamiento de Murcia), la Federación de Peñas Huertanas, la Peña Huertana El Celemín de El Bojar y el Centro Comunitario La Estación (Fundación Cepaim). Se tenía además como precedente una experiencia previa desarrollada por el Centro Cultural de Beniaján en 2016 en todos los colegios de la localidad, "La Feria de las Tradiciones", de la que se han tomado algunas de las ideas para la propuesta de este año.
La actividad ha consistido en dos mañanas de talleres, la del 29 de marzo destinada al EEI La Naranja y teniendo lugar en La Estación, y la del día 30 al CEIP N. S. de Fátima en su propio centro, organizándose una serie de paradas donde el alumnado ha podido participar en grupos, rotando de una a otra hasta disfrutar de todas ellas. Estas paradas tenían contenidos diversos pero todos vinculados a costumbres murcianas y a su evolución en el marco de nuestra vida cotidiana, tratando de ofrecer una visión actualizada de lo que suponen como valor cultural a conocer y preservar.
De los juegos a los utensilios antiguos, y de la artesanía a la transmisión oral de cuentos, bailes y canciones
Ambas jornadas contaron con un espacio donde cada grupo participante pudo conocer y practicar un juego tan típicamente murciano como el caliche, contando para ello con el veterano Paco López de la Federación de Peñas Huertanas. También otra parada, llamada "El Hilero", que posibilitó que niños y niñas manipularan utensilios antiguos utilizados por nuestros antepasados en la vida diaria, la mayoría de cuando no había ni luz ni agua corriente en las casas o los teléfonos funcionaban con cable, dinamizada en este caso por participantes del Taller de Patrimonio "Conoce tu localidad" del Centro Cultural de Beniaján. El alumnado se familiarizó con objetos tan propios de la vida huertana de antaño como la cetra, el candil, la romana o el botijo, un elemento este último de especial relevancia en Beniaján al ser en esta localidad donde se encontró el ejemplar más antiguo de la península, perteneciente a la cultura argárica.
Otro grupo de personas del taller de patrimonio fue el que brindó un espacio para la conversación y el aprendizaje intergeneracional, llamado "A la fresca" y con la tradición oral como protagonista, relatando al alumnado algunos cuentos y enseñándoles canciones de su infancia; también llevaron algunas fotografías de sus tiempos de escuela, para compartirlas y hablar de los cambios que se detectan en ellas respecto a los grupos escolares de hoy en día.
El Centro Cultural de Beniaján posibilitó que la actividad pudiera contar con unas auténticas artesanas del esparto, quienes explicaron al alumnado algunas características y técnicas de este antiguo oficio, mostraron algunas de las piezas que realizan y pusieron en valor la importancia de una labor tradicional sostenible que utiliza como materia prima una fibra vegetal íntimamente ligada a nuestro paisaje.
Por último, en el CEIP N. S. de Fátima se contó además con un espacio dedicado a la música, el baile y el vestuario tradicional gracias a la implicación de un integrante de la Peña Huertana El Celemín y a un grupo de alumnas del propio colegio que forman parte de esta entidad folklórica. El cierre de la actividad en dicho centro fue, precisamente, un multitudinario baile de jota en el que tomaron parte todos los participantes tras haber aprendido durante la jornada algunos de sus pasos.
Esta propuesta, en la que finalmente han participado un total de 250 alumnos y alumnas de infantil y primaria entre ambos centros, pretendía darles a conocer diversos aspectos de las costumbres murcianas de una manera lúdica y divertida. También reforzar valores culturales y patrimoniales del territorio del que forman parte. Y todo ello favoreciendo experiencias de intercambio intergeneracional. La implicación del Centro Cultural de Beniaján ha supuesto una atención a las demandas que se realizan desde las instituciones educativas de la zona en favor de la cultura y la dinamización del patrimonio. Y la colaboración aportada desde el CCI La Estación de Beniaján ha respondido al objetivo de complementar el trabajo en red que se lleva a cabo con los centros educativos en favor de la convivencia y los valores cívicos, orientando y apoyando sus iniciativas y procesos.
Toda una experiencia de aprendizaje, con la cultura como protagonista y la transmisión intergeneracional como herramienta, en la que la suma de agentes del territorio ha conseguido un resultado más enriquecedor, más completo y efectivo, pero sobre todo más cercano.