Este viernes ha tenido lugar en el Archivo Municipal de Murcia el acto formal de entrega de la donación de Clara María Alarcón Ruiz en beneficio del Ayuntamiento de Murcia, consistente en una colección de láminas ilustradas de cajas de cerillas, perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX.
El concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Pedro García Rex, ha agradecido a Clara Alarcón "la donación de una colección que pasa a ser patrimonio de todos los murcianos, para ser consultada y apreciada por quienes visiten el Archivo Municipal". "Una nueva entrega, que se suma a otras realizadas recientemente como la efectuada por la familia del escritor y periodista José Ballester Nicolás", ha recordado el concejal, en un acto en el que ha estado acompañado por la responsable del Archivo Municipal de Murcia, María José Hernández.
La colección está compuesta de 2.189 ilustraciones distribuidas en 64 estampas o cromos; un cuaderno tamaño folio de 36 páginas con 883 estampas pegadas; 23 láminas tamaño folio con orla alrededor con 260 estampas pegadas y 28 ‘paspartout' con 982 estampas pegadas.
Parte de esta entrega fue expuesta en 2012 en el Museo de la Ciudad en una muestra titulada ‘Brillar, arder, perdurar. Una colección ephemera'.
Conservada por cuatro generaciones
Las ilustraciones, de pequeño tamaño, pertenecían al coleccionista Mariano Pérez Bó, un murciano que dedicó su tiempo a conservar las imágenes que decoraban las cajas de cerillas de la época. La familia de Pérez Bó guardó durante cuatro generaciones una colección que ahora es entregada al Ayuntamiento para que sea depositada, catalogada y digitalizada en su Archivo Municipal.
En estas pequeñas piezas se pueden ver diferentes técnicas de ilustración que narran el devenir político y social de finales del siglo XIX. A través de estas estampas, codiciadas por los coleccionistas, se daba a conocer las costumbres, las formas de vestir, los paisajes, así como a personajes conocidos de la época. La historia del momento quedaba reflejada en el diminuto espacio que ofrecía un objeto doméstico y tan efímero como una caja de cerillas.
Según los estudios realizados, el valor aproximado de esta colección rondaría los 5.000 euros.