Se trata de un espacio abierto, un lugar de reunión y debate al que se pueden incorporar vecinos, comerciantes y visitantes y que surge de la preocupación de ver un centro cada vez más vacío y con menos vida.
En los últimos años, los cascos históricos de las ciudades han ido perdiendo residentes en prácticamente toda España, y entendemos que son las Administraciones Públicas quienes deben adoptar medidas para evitar que estos pierdan su personalidad y mantengan su forma de vida.
Los centros comerciales ya supusieron un duro golpe al comercio de la ciudad, y tememos que las obras previstas para el Ayuntamiento sean el golpe definitivo, iniciando una reacción en cadena que lleve a la degradación definitiva del centro de Murcia.
El centro ha sido siempre punto de encuentro y reunión para vecinos de Murcia y pedanías, un lugar donde pasear, comprar, trabajar o tomarse algo; un lugar del que sentirse orgullosos y que enseñar a los visitantes.
Nuestra ciudad se caracteriza por ser acogedora, hasta el punto de conseguir que la gente de fuera se sienta uno más, pero para eso necesitamos tener una ciudad cómoda y accesible que anime al visitante a venir a conocerla, recorrer sus calles, comprar en sus tiendas, visitar sus monumentos y comer en sus bares y restaurantes.
Sin embargo, las obras previstas amenazan con convertirnos una ciudad incómoda e inaccesible hasta el punto de disuadir al visitante de venir al centro de la ciudad y que opte definitivamente por el centro comercial u otros destinos.
Creemos firmemente en que hay que potenciar el transporte público y sostenible, mejorando sus frecuencias y destinos para que sea una alternativa real al transporte privado, pero que eso debe hacerse antes de reducir carriles.
Pensamos que instalar una estación con andenes en la Plaza Circular supone una oportunidad perdida para recuperar un espacio que, con la puesta en valor de la Cárcel Vieja y la Estación de Zaraíche debería ser la continuación natural del paseo que forman Trapería y Alfonso X para convertirse en un eje por el que pasear, porque creemos que se debe dar más espacio al peatón dotando nuestras calles de aceras más amplias.
Consideramos un error iniciar las obras en Navidad, ya que estas fechas son un pilar fundamental para muchos negocios, hasta el punto de suponer hasta el 40% de los ingresos para muchos, por lo que esta decisión amenaza con cerrar persianas e incrementar las colas del paro, más aún cuando este año seguimos sin contar con el árbol de la Plaza Circular, que ejercía de punto de atracción para miles de visitantes. Por ello, pedimos que se retrasen las obras y se permita a los comerciantes salvar la temporada y subsistir.
Además, entendemos que las obras deben ser acordes a la realidad, y para ello es preciso dotar de muchas más zonas de carga y descarga sin las que no tendremos viabilidad para nuestros comercios, y medidas para abaratar el aparcamiento de nuestros clientes.
Nuestros barrios cuentan con una elevada población de avanzada edad o movilidad reducida que necesitan que se habiliten zonas de subida y bajada de personas en calles donde los edificios no cuentan con garajes y en las que las obras suprimirán el aparcamiento o reducirán la vía a un solo carril, véase Primo de Rivera, Plaza Circular, Ronda de Levante, Avenida de la Constitución o Gran Vía. Sin esas zonas, se complicará el día a día de muchas personas, impidiendo algo tan básico y cotidiano como descargar la compra o cargar el equipaje.
Entendemos que la reducción de carriles en Gran Vía y Avenida de la Constitución, máxime cuando no se han habilitado itinerarios alternativos ni aparcamientos, supondrá un colapso de las vías, y con ello tendremos más contaminación y una ciudad más incómoda y menos amable.
Si hay algo que echan en falta los vecinos es la falta de información y que no se haya preguntado siquiera a vecinos, comerciantes y visitantes a la hora de definir el futuro de las calles donde viven, pasean, tienen sus negocios o compran. Con ese proceso, estamos convencidos de que se habría podido enriquecer el proyecto, ya que se podían haber trasladado las deficiencias que sufren, las mejoras que proponen y las necesidades que tienen, y habría permitido tener una imagen más fiel y real de la situación actual, para tomar decisiones que mejoraran el día a día de los vecinos y resolvieran sus problemas.
Porque desgraciadamente, algunas medidas del proyecto evidencian un desconocimiento de la realidad de nuestras calles, pero estamos convencidos de que nunca es tarde para recapacitar y mejorar juntos el proyecto, por lo que pedimos que se abra un proceso de información y alegaciones donde todos puedan realizar aportaciones que contribuyan al objetivo que, estamos seguros, es común: tener cada día una ciudad mejor de la que todos nos sintamos orgullosos.
En el día de ayer tuvimos una reunión con miembros del equipo de Gobierno de la que conseguimos arrancar unos compromisos que buscan reducir la afección en el centro de la ciudad. Por ello, esperamos que la concejal Fructuoso cumpla con su palabra dada en el día de ayer, y, en consecuencia:
No haya obras en Navidad
Modifique el proyecto manteniendo dos carriles de circulación en Avenida de la Constitución y Gran Vía o, en su defecto, amplíe de forma significativa las aceras en ambas. Con ello se evitará dificultar aún más el acceso rodado al comercio, oficinas y viviendas con la primera opción o se incentivará el peatonal con la segunda.
Nos convoque a una nueva reunión para darnos traslado de las modificaciones acordadas.