Lo de hoy no es más que un intento de blanquear un proyecto que se hizo sin consensuar ni consultar a vecinos y comerciantes, a los que sigue sin escuchar
"Cierran mi barrio", colectivo que se opone a la propuesta del Ayuntamiento de Murcia de cerrar los accesos al Barrio del Carmen para el tráfico privado y eliminar cientos de plazas en el mismo lamenta que la reunión del Consejo Social no sea más que un paripé, ya que se realiza a dos semanas de empezar las obras y con todo decidido y adjudicado.
Lo de hoy no es más que un intento de blanquear un proyecto que se hizo sin consensuar ni consultar a vecinos y comerciantes, a los que se sigue ignorando tras semanas de protestas contra un proyecto que amenaza el futuro del Barrio del Carmen.
Por más que hoy Serrano ha vuelto a señalar que se reunirá con nosotros, la realidad es que los comerciantes solicitaron esa reunión hace más de un año sin que se les haya recibido hasta la fecha y que las obras empiezan en dos semanas sin tener noticias de cuándo se producirá una reunión en la que nos han asegurado que se podrían cambiar algunos aspectos del proyecto.
Lamentamos que desde el momento en que se iniciaron las protestas, no se hayan recibido más que falsas promesas y el ataque directo que buscaba el desprestigio personal y la ruina de quienes alzábamos la voz en defensa de nuestro barrio.
Se dijo que se incrementaban las plazas de zona azul y residente, pero se ocultó que se hacía a costa de la zona blanca, eliminando con ello la zona de aparcamiento libre y dificultando aún más la llegada de clientes a nuestros negocios.
Se pretende convencer a los ciudadanos de que habrá una peatonalización y comparar los efectos con Avenida de la Libertad, Belluga, Trapería o Alfonso X, pero la realidad es que por ninguna de esas vías hay autobuses, taxis, bicicletas y patinetes y que se trata de lugares donde hay alternativa de aparcamientos.
Se señalan como plazas de aparcamientos lugares que desaparecerán con los proyectos en marcha, con el único objetivo de acallar a los vecinos.
Se inicia una campaña de desprestigio en redes con falsas reseñas para hundir los negocios que recogen firmas contra el manifiesto.
Y frente a todo ello, la verdad de unos vecinos y comerciantes que luchan por su barrio y piden que no se cierre, que no quieren que se convierta en un gueto en el que sea difícil entrar, circular, aparcar o salir, porque saben que esas dificultades disuadirán a los clientes de venir al Carmen y optarán por los centros comerciales, y que el cierre de los negocios traerá consigo la muerte de la vida en el Barrio.
Los datos están ahí, el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria estima en una reducción de entre el 10% y el 15% en el valor de las casas y los comerciantes calculan que perderán entre un 30% y un 40% de la facturación.
Pero nada de eso parece importar en la Glorieta, porque a día de hoy, siguen sin recibirnos.