La huerta en haikus es un libro colectivo en el que treinta y siete haijines, coordinados por Aurora Gil Bohórquez y en torno a diecisiete fotografías de María José Villarroya Durá, se han unido para mirar la huerta de Murcia. Todos amantes de la poesía, cada uno aporta con sus versos una visión conjunta de nuestro entorno, volviendo siempre la vista a la naturaleza y su belleza, como lugar donde todo confluye. Un espacio múltiple, variado, universal y a la vez, íntimo, único y personal. Y no hay lugar más propio de nuestro entorno murciano que su huerta.
Hace casi un año esta editorial publicó Murcia a vista de haiku, un libro que describía la ciudad de Murcia a través de más de cuarenta haijines, y fue en su presentación en el Cuartel de Artillería, donde empezó a caminar La huerta en haikus. En el haiku hay siempre una fascinación por la naturaleza y el paso de las estaciones. En Murcia eso significa volver la vista hacia la huerta y el valle fértil que el río Segura ha ido configurando a lo largo de siglos de desbordamiento. Un paisaje que terminaron de modelar romanos y árabes con una orfebrería de acequias, brazales y canales. Un espacio natural y agrícola único: desde la Contraparada hasta Guadalupe de Maciascoque, Javalí o la Ñora. Carriles, portillos, rosales, botijos o legones. Imágenes que María José Villarroya ha captado con su cámara y ellos las han transformado en haikus.