El candidato a la Alcaldía de Murcia de Valores, Tyrone Alcívar, junto a José Manuel Jiménez, Presidente Local de Valores, y su equipo de campaña, han estado analizando el Plan de Movilidad Urbana Sostenible que se aprobará en los próximos días. Para Alcívar, antes Ballesta (PP) y ahora Serrano (PSOE), están cometiendo un atropello con una de las disciplinas más importantes para el funcionamiento sostenible de una ciudad como es su movilidad.
"Serrano está faltando al respeto de los técnicos municipales del área de tráfico y transportes y ha vaciado de sus principales competencias, como funcionarios públicos, sus responsabilidades, al delegar un proyecto tan importante y estructural en una empresa pública, fuera del control de supervisión y gestión del estamento funcionarial", decía Tyrone Alcívar nada más salir de la reunión.
En cierto modo, esto es lo mismo que hizo el anterior alcalde de Murcia, José Ballesta, donde fueron las universidades, las distintas administraciones competentes en la materia, los agentes económicos y sociales y los representantes vecinales quienes participaron en el vigente Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), donde al dejar de lado a los técnicos municipales, el político puede influir más al imponer criterios personalistas en lugar de técnicos, suficientemente contrastados y consensuados.
En resumen, siguen haciendo un tejido lleno de remiendos que, probablemente, no dará solución a las necesidades reales de la población. Tan sólo el objetivo cortoplacista de "aprovechar" el maná de los fondos europeos.
Jiménez ha manifestado también que: "Piden un dinero fácil, y cuando se lo conceden, se dan cuenta de que no les sirve para desarrollar el plan vigente, es más, se desviaban tanto que se han visto forzados a cambiar el plan para poder aprovechar los fondos".
En tono ya más coloquial, el candidato de Valores a la Alcaldía de Murcia, ha explicado a los vecinos del Casco Histórico que se han acercado a la sede de Valores a presentar quejas, las deficiencias estructurales del PMUS que pondrá "patas arriba" la ciudad y acrecentará los problemas de contaminación, ruido y tráfico. Para Tyrone, "es como si un médico, ante un paciente que requiere una operación muy costosa de columna vertebral para poder moverse, al no ser capaces de conseguir los recursos necesarios, le dan una silla de ruedas para que pueda hacer vida y tienen la desvergüenza de decir al paciente que es lo mejor para él".