La Comisión Europea ha solicitado a España que revise y modifique el contenido del Plan Estratégico de la PAC, pues el resultado de la evaluación realizada ha sido negativo. Piden que el Plan Estratégico tenga en consideración la viabilidad medioambiental, económica y social del sector agrario, es decir, que vayamos hacia una agricultura más verde y comprometida con el cambio climático, así como la inclusión de un análisis cuantitativo sobre los efectos que van a tener la convergencia de los Pagos Básicos y el Pago Redistributivo sobre la renta entre los productores.
Así pues, en los elementos correctores, Bruselas pide que se revise la base de los datos financieros y la adaptación de los ecoesquemas a las necesidades actuales con el refuerzo de las medidas medioambientales de desarrollo rural y la reestructuración de los objetivos que vayan acorde con la reducción de emisiones de efecto invernadero, la mejora de la gestión del suelo, la reversión de la pérdida de biodiversidad de los hábitats y el control de la calidad del agua y racionalización de su uso.
Entre las observaciones remitidas desde la Comisión Europea se pide que en la Ayuda Básica a la Renta se aclaren los criterios de formación de las 20 regiones, su cálculo para el valor medio y motivo por el que existen diferencias de percepción de las ayudas; en la Ayuda Redistributiva, justificación la recepción una cantidad mayor de la ayuda que en el primero; en los Ecoesquemas, forma por la que se obtiene el importe de la Ayuda y el reparto de las mismas; y con los Pagos Acoplados, la dudosa obtención del importe de la ayuda y la degresividad que se plantea para que unos pagos sí y otros no.
En este contexto, la Fundación Savia recuerda en una misiva remitida al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, “que todas aquellas observaciones que tienen que ver con los Pastos Permanentes y la Ganadería Extensiva están incluidas en los informes que le han enviado en los últimos dos años” en los que exponen la “injusticia socioambiental” que el Plan Estratégico realiza con los Pastos y la Ganadería Extensiva. Esperan que, en esta ocasión, y tras la petición de Bruselas, sea subsanada para que el plan sea aprobado.
Savia reitera que no existe motivo para que el Plan Estratégico discrimine a los ganaderos de extensivo y cobre una Ayuda Básica a la Renta un 66% menor que la media de los agricultores, y afirman que “los animales en la Ganadería Extensiva son mucho más importantes para la sociedad como productores de Bienes Públicos, donde actúan como herramientas de conservación del entorno natural y sus hábitats, que, como productores de alimentos para la población, aunque estos sean de un extraordinario valor nutritivo y organoléptico”.
La organización considera que seguir apoyando al sector cárnico industrial “difícilmente sostenible” es un error, por eso, consideran que “hay que aprovechar esta oportunidad única que nos ofrece Bruselas para iniciar el cambio necesario para una solvente producción cárnica extensiva”, finaliza la entidad que preside Francisco Casero.
Carta remitida al Ministro de Agricultura
Bruselas cuestiona el Plan Estratégico de la PAC de España y pide que se potencien las prácticas medioambientales que son propias de la Ganadería Extensiva.
Estimado Ministro:
El pasado 31 de marzo, la Comisión Europea, de acuerdo con el artículo 118 del Reglamento (UE) 2021/2015, ha pedido a España que revise y modifique el contenido del Plan Estratégico de la PAC. Dicha revisión se la pide después de haber evaluado negativamente nuestro Plan Estratégico teniendo en cuenta las importantes consideraciones hechas por Bruselas previamente a la redacción del mismo sobre la viabilidad medioambiental, económica y social del sector agrario español.
La Comisión, después de decirle a España que acoge con satisfacción el Plan Estratégico Nacional que le ha enviado, y después de reconocerle a calidad del diálogo establecido entre las autoridades, el valor de las consultas públicas llevadas a cabo, así como los esfuerzos realizados para presentar un plan global con elementos nacionales y regionales, pasa a pedirle que modifique este Plan Estratégico hacia una agricultura más verde y comprometida con el cambio climático. La Comisión Europea también pide que se incluya un análisis cuantitativo sobre los efectos que van a tener la convergencia de los Pagos Básicos y el Pago Redistributivo sobre la renta entre los productores.
En este contexto, el documento correctivo pide que se revise la base de los datos financieros y que se adapten los ecoesquemas a las necesidades actuales, reforzando especialmente las medidas medioambientales de desarrollo rural y reestructurando los objetivos para hacerlos más ambiciosos y acordes con la necesidad de: a) reducir las emisiones de efecto invernadero, b) mejorar la gestión del suelo para evitar la erosión y desertificación, c) revertir la pérdida de biodiversidad en los hábitats, y d) controlar la calidad del agua y racionalizar su uso.
Bruselas le envía a España 360 observaciones para que rectifique y mejore el Plan Estratégico Nacional de la PAC y la distribución de su presupuesto en base a una Arquitectura Verde en la que primen las actuaciones ambientales y climáticas sobre el apoyo a la renta.
Por ejemplo:
Con respecto a la Ayuda Básica a la Renta (que es el verdadero sostén de los agricultores y ganaderos de extensivo), Bruselas pide que se le aclare cuáles son los criterios que se han tenido en cuenta para formar 20 Regiones, cómo se ha hecho el cálculo para establecer el valor medio de las mismas, y por qué existen esas enormes diferencias entre las ayudas que reciben unas y otras.
Con respecto a la Ayuda Redistributiva pide que se explique por qué una misma explotación recibe la Ayuda por umbrales con cantidades diferentes. Que se justifique por qué el segundo umbral recibe una cantidad de ayuda mayor que el primero.
Con respecto a los Ecoesquemas, que España llama pomposamente eco-regímenes, la Comisión cuestiona cómo se obtiene el importe de la Ayuda y el reparto de las mismas, teniendo en cuenta que son voluntarios y que su función es primar y potenciar a aquellos
productores (agricultores y ganaderos) que se comprometan a realizar unas prácticas medioambientales, que otros no quieren o no pueden realizar.
Con respecto a los Pagos Acoplados, se pone en duda tanto la obtención del importe de la Ayuda, como la degresividad que se plantea para unos Pagos sí, y para otros no.
En el documento que nos envía Bruselas, recibimos un auténtico varapalo socio-medioambiental, poniendo en duda la forma de regionalizar España, así como la de calcular las Ayudas y la forma de distribuirlas. Por ello, desde la Fundación Savia le queremos recordar que todas aquellas observaciones que tienen que ver con los Pastos Permanentes y la Ganadería Extensiva están incluidas en los varios y repetidos informes que les hemos enviado a lo largo de los dos últimos años (sin recibir respuesta) en los que llamamos la atención y hacemos hincapié en la injusticia socioambiental que este Plan Estratégico comete con los Pastos y la Ganadería Extensiva (que están indisolublemente unidos), y que esperamos que sea subsanada una vez que también lo piden desde Bruselas los encargados de APROBAR EL PLAN.
Reiteramos, no hay ninguna prueba objetiva que demuestre por qué los ganaderos de extensivo (guardianes de la naturaleza y principales pobladores del campo) han de ser discriminados por este PLAN ESTRATÉGICO para que sigan recibiendo una Ayuda Básica a la Renta un 66% inferior a la que reciben de media los agricultores.
Nuestras administraciones se están negando a aceptar una evidencia que deben tener muy clara: los animales en la Ganadería Extensiva son mucho más importantes para la sociedad como productores de Bienes Públicos, donde actúan como herramientas de conservación del entorno natural y sus hábitats, que, como productores de alimentos para la población, aunque estos sean de un extraordinario valor nutritivo y organoléptico.
Este error es el que nos tiene sometidos a seguir adelante con una política ganadera desastrosa para la Ganadería Extensiva, que tiene su fundamento en los Pastos (marginados y abandonados incomprensiblemente por la PAC), y sin embargo se está apoyando a un sector cárnico industrial, difícilmente sostenible, que por muy poderoso que se sienta en base a las engañosas macrocifras actuales (hábilmente manejadas), todos sabemos que es un gigante con los pies de barro, dependiente de un alarmante consumo de energía (un dispendio 10-15 veces superior de energía fósil al de la producción de cereales) y la volatilidad propia de un mercado globalizado al que tenemos que comprar la materia básica que lo sostiene (piensos) a decenas de miles de kilómetros para que, una vez producida la carne, tenga que volver al carrusel milkilométrico.
Hay que aprovechar esta oportunidad única que nos ofrece Bruselas para iniciar el Cambio Necesario hacia una solvente producción cárnica extensiva (en el 65% del territorio nacional), sin tanto derroche kilométrico.