La Universidad de Murcia lidera el proyecto europeo Cryptopolis, que tiene como objetivo desarrollar materiales pedagógicos para que el profesorado de economía de enseñanzas secundarias pueda llevar al aula contenidos sobre los criptoactivos y, de esta forma, contribuir a mejorar la formación financiera del alumnado. Las criptomonedas han tenido un crecimiento muy rápido en la economía digital y a nivel europeo se ha identificado el objetivo de desarrollar las competencias del profesorado en este ámbito mediante el uso de herramientas tecnológicas.
Cryptopolis está dirigido por el catedrático del departamento de Organización de Empresas y Finanzas de la Facultad de Economía y Empresa Samuel Baixauli como investigador principal. La Universidad de Murcia participa en este proyecto Erasmus +, con una duración de dos años, junto a otras universidades de Austria, Holanda y Eslovenia y centros de educación secundaria de los cuatro países participantes.
El equipo integrante de Cryptopolis desarrollará herramientas docentes innovadoras dentro de una plataforma educativa en finanzas y criptoactivos, mediante las cuales el profesorado conseguirá mejorar la habilidad del estudiantado para reconocer riesgos en el mundo financiero digital. De forma especial Cryptopolis pretende mejorar el conocimiento financiero del profesorado de economía de educación secundaria en el ámbito de la gestión y análisis del riesgo de las criptomonedas.
Esta plataforma incluirá materiales audiovisuales explicativos dirigidos al profesorado y herramientas tecnológicas para simular mercados de criptoactivos, que podrán utilizar en sus clases para mejorar las competencias financieras y digitales del estudiantado.
Los riesgos de los criptoactivos
Los criptoactivos son activos digitales basados en la tecnología disruptiva blockchain y que se comercializan en diferentes plataformas digitales. La CNMV y el Banco de España, en su circular del 9 de febrero de 2021, alertan de los riesgos de invertir en criptomonedas. Sus principales riesgos son que no están emitidos ni supervisados o garantizados por ningún gobierno o autoridad competente. Son activos cuyo precio está sujeto a una volatilidad extrema y son complejos. No existe un marco regulatorio en la Unión Europea, ni mecanismos de protección de los clientes, por lo que la regulación aún no los considera un medio de pago, a pesar de que hay sectores que las aceptan. Además, algunos criptoactivos carecen de liquidez y esto puede llevar aparejada una pérdida de la inversión. La ausencia de regulación sobre la custodia limita la capacidad para evitar robos, fraudes o pérdidas.
Este escenario actual "la formación en criptoactivos es fundamental para el estudiantado de educación secundaria tenga el conocimiento necesario sobre los riesgos de operar con criptoactivos" apunta Baixauli.