Murcia es uno de los lugares más cálidos que ofrece España y además es popular por su importante papel en la industria alimentaria. Pero ciertamente tiene más para ofrecer que playas y huertos. Su riqueza arquitectónica es inmensa y antigua, por lo que es un sitio ideal para los turistas interesados en aprender de historia. Una excelente referencia podría ser el Monasterio de Santa Clara la Real.

Hablamos de un palacio islámico-mudéjar que data del siglo XIV y que, desde el año 1365, alberga a las monjas clarisas. Su historia es tan rica y variada que podríamos pasar horas hablando de ella. Pero en esta oportunidad, nos enfocaremos en sus principales atractivos. Acompáñanos y descubre el Monasterio de Santa Clara la Real de la ciudad de Murcia.

¿Qué es el Monasterio Santa Clara la Real?

Para entender la historia del Monasterio de Santa Clara la Real primero es necesario saber qué es un monasterio. Claro está que, para los turistas, estos recintos constituyen un monumento más en la larga lista de sitios por visitar en Murcia. Sin embargo, para sus habitantes es una especie de refugio en el cual se aíslan de los desastres del mundo exterior.

Un monasterio es básicamente el hogar de una comunidad conformada por uno o varios clérigos que comparten creencias. El Monasterio de Santa Clara la Real es precisamente esto para las monjas clarisas, que conviven en total armonía en sus espacios. Aunque es importante destacar que, en el pasado, varias culturas, como la islámica, la gótica y la barroca, dejaron huella en su estructura.

Un breve recuente de la historia del Monasterio de Santa Clara la Real

La historia del Monasterio de Santa Clara la Real inicia tan temprano como en la segunda mitad del siglo XII. Una vez que la ciudad fue conquistada por los almohades, el rey ordenó construir una estructura bautizada como Alcázar Menor. Para entonces, funcionaba como el espacio recreativo del rey taifa Ibn Mardanis, algo totalmente diferente a su función actual.

Posteriormente, con la muerte del rey y la firma del Tratado de Alcaraz, el cristianismo sentó sus bases en la ciudad. En consecuencia, el Monasterio de Santa Clara la Real, que funcionaba como un palacio recreativo, cambió sus funciones. Desde entonces, fue la Residencia Real de la monarquía castellana y tuvo el honor de recibir a Alfonso X el Sabio, Violante de Aragón y Jaime I de Aragón.

Este cambio llevó a subdividir la estructura, cediendo a los franciscanos una parte de la finca palatina. Pero no fue sino hasta el año 1365 en que Pedro I el Cruel donó por completo el recinto a la de Hermanas Pobres de Santa Clara. Es en parte por esta razón, que al antiguo palacio se le conoce actualmente como el Monasterio de Santa Clara la Real.

Desde entonces, numerosos eventos han generado modificaciones importantes. Por ejemplo, durante la Guerra Civil, el Monasterio de Santa Clara la Real funcionó como Cuartel de Tropas. Esto causó daños significativos que no se restauraron sino hasta la década de 1980. A raíz de ello, surgieron numerosos restos arqueológicos de la época de dominio árabe.

¿Qué hay para ver en el Monasterio de Santa Clara la Real?

Hoy en día, parte del Monasterio de Santa Clara la Real de Murcia sirve como un museo. A este se le conoce como el Museo de Santa Clara y en él se exhiben numerosas obras artísticas y restos arquitectónicos de la cultura islámica. También hay exhibiciones de obras de arte sacro recuperadas por las monjas clarisas durante su estadía en el palacio.

El Monasterio de Santa Clara la Real de Murcia también tiene un centro cultural conocido como Centro Cultural Las Claras. Ubicado al oeste del palacio, este espacio pertenece a la Fundación CajaMurcia y en su interior también se llevan a cabo exposiciones. Por último, está la iglesia a la cual se puede acceder de forma independiente para contemplar un espectacular tabernáculo.

No cabe dudas de que el Monasterio de Santa Clara la Real es uno de los edificios con más rastros históricos en la ciudad de Murcia. No solo aloja siglos de historia católica, sino también rastros aún más antiguos del paso islámico por España. Los horarios de visita son bastante flexibles y la entrada es gratuita, así que no puedes dejar la ciudad sin visitarlo.